Por Eleazar Perez Nava


Imagen / Pexels / Andrea Piacquadio

Estamos en este momento inmersos en un mundo lleno de caos por doquier, guerras absurdas y gran confusión, sobre todo la desinformación que reina, que no trae otra cosa más que frustración al ver lo que pasa y que al parecer no podemos hacer nada. Es allí donde yo les digo: alto. ¡Claro que podemos hacer! todo comienzo es una oportunidad, sobre todo si comprendemos lo que sucede.

El Universo se está expandiendo y con él todo lo que le circunda: galaxias, estrellas, planetas, soles, lunas, todo lo que vemos y lo que no vemos también, esto significa que se están realizando cambios que están transformando nuestro planeta y nosotros con él. Los cambios no solo son de tipo climatológico, sino también en el comportamiento de todos los seres vivos, ya que nuestros campos electromagnéticos están siendo alterados por emanaciones solares que cada vez son más fuertes.

Esto significa que estaremos viviendo situaciones que a veces no les encontraremos explicación; ya que nunca lo habíamos visto o sentido. Sin embargo, no dejan de ser experiencias que vienen a dejarnos aprendizajes, dependerá de nosotros cómo asimilarlo.

Cuando menciono que depende de nosotros es porque nuestros pensamientos y acciones mueven el mundo, así que si estamos inmersos en tantos problemas como humanidad y seguimos arrastrando a nuestro querido planeta, pareciese que el futuro no es muy alentador.

Si por el contrario comprendemos que empezar a pensar diferente, al ver el mundo como queremos verlo, lleno de paz y amor, las cosas tenderán a cambiar y no necesariamente por arte de magia. Experimentos han demostrado que cuando grupos de personas se juntan para orar o pedir por cosas que desean, los cambios se realizan, por supuesto siempre pensamos que es casualidad y no se nos ocurre investigar por qué sucede esto.

Simplemente cuando varias o muchas personas se enfocan en lograr algo desde su pensamiento, e impulsados por sentimientos positivos, esto se convierte en una energía tan fuerte que hace que sucedan cambios. Es importante recalcar que también sucede a la inversa, por eso es tan importante monitorear lo que pensamos. Esto está respaldado por estudios muy serios de prestigiosas universidades.

Todo comienzo es una oportunidad, debemos comprender que estamos ante un nuevo proceso de adaptación, y que solo los que logren abrir su mente y prepararse para los cambios venideros estarán despertando a esta nueva realidad, donde el protagonismo mayor lo tienen los seres humanos, que al comprender que todos somos uno, y que en la unión está el desarrollo sostenible, podamos darle vuelta a esta triste realidad que nos carcome y nos trae tantas infelicidades.
 

¿Dónde está la clave?

La clave está en el interior de cada persona, cada vez que se menciona esta frase muchos piensan que nos referimos a las emociones y por supuesto, ellas juegan un papel crucial, solo que las emociones son creadas por nuestros pensamientos, y si estos son fatalistas o negativos, nuestras emociones serán de desánimo, ira, frustración, creo que esto no nos ayuda a nosotros, ni al resto de la humanidad.

Cuando hablamos de nuestro interior es entender que somos más de lo que vemos a nuestro alrededor, existe algo muy grande y bonito dentro de nosotros que mora en el corazón, que solo podemos sentirlo, algunos lo llaman Dios, otros tu ser superior, la fuente divina, tiene muchos nombres, solo que no importa cómo lo llamemos sino que logremos conectar con él con frecuencia, si queremos empezar a ver los cambios de nuestro mundo, ya que él siempre se manifiesta a través de sensaciones de comodidad e incomodidad, es una alarma que te invita a cambiar el rumbo de tus pensamientos.

La humanidad comenzará a cambiar cuando comprendamos que todo cambio comienza por nosotros mismos. Ampliar nuestro cerebro a través de nueva información, además de soltar hábitos y creencias que no ayudan con nuestro bienestar, esto es un gran inicio.

Una vez comienza nuestra transformación, comenzará el cambio de nuestra percepción del mundo, y ya no será tan hostil y sin esperanzas, sino por el contrario se convierte en un nuevo reto, todo empezará a ser diferente, nos daremos cuenta de cosas que antes no nos percatábamos de su existencia, comenzaremos a vivir más en el ahora. El ahora es estar presente, es no dejar que nuestra programación repetitiva de todos los días siga haciendo lo mismo, aunque nos guste debemos romper con los hábitos y empezar a ver, hacer y disfrutar de cosas que están allí para ser descubiertas, para que las conozcamos.
 

El efecto de la clave

Todo lo bueno que hacemos por nosotros sirve también a los demás. Si nos sentimos bien y procuramos siempre buscar el lado positivo de las cosas, emitiremos luz cargada de una buena energía, esta se necesita para que todos vibremos en amor y esta sensación se extienda al planeta entero, trayendo alegrías y bienestar que a su vez son los catalizadores de los cambios que requerimos para el nuevo planeta y la nueva humanidad.

“Sé una luz” frase de Buda antes de partir. Invitándonos a recordar que podemos sacar de dentro de nosotros lo mejor, esto se expandirá a todos e iremos despertando nuestra consciencia, hasta alcanzar la transformación de la humanidad hacia el amor.

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