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Una de las cuestiones que más se plantean cuando pensamos en el futuro es saber si los robots podrán quitarnos el trabajo. Y lo cierto es que hay trabajos que tienen más posibilidades de desaparecer y son los que tienen un carácter rutinario y son predecibles. Los puestos más vulnerables frente a las máquinas son los de baja cualificación en entornos donde hay una gran estructura.



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Cuando la persona en su puesto laboral no requiere mucha desviación de una tarea central es más probable que esta tarea pueda describirse en un algoritmo y, por tanto, sea el principal candidato a la automatización: telemarketing, cajero, chófer, piloto, asistente jurídico, inspector… Son algunos de los empleos que corren un mayor riesgo de ser automatizados en los próximos años.

En la próxima década, al menos un tercio de las tareas de alrededor del 60% de los puestos de trabajo podrían automatizarse, según un estudio de la consultora McKinsey. A nivel mundial, la empresa calcula que hasta el 30% de las horas de trabajo actuales se automatizarán. Según McKinsey, menos del 5% de los puestos de trabajo desaparecerán por completo en ese periodo.

A pesar de estos datos y de lo que puedan predecir en el futuro, existen muchos puestos de trabajo que seguirán dependiendo en gran medida de habilidades exclusivamente humanas y no hay motivos para alarmarse. “Es un cambio lento y no hay por qué preocuparse porque el conocimiento de un profesional es difícilmente sustituible por una máquina. Si hay una buena intención en mejorar la IA y que esté programada nos ayudará más que perjudicarnos”, comenta Pedro Delgado, director de El Grupo Informático.

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Profesiones que seguirán necesitando el componente humano

Programadores y analistas de sistemas

Los programadores o analistas de sistemas seguirán siendo demandados por las empresas. El desarrollo de software y las actualizaciones para los sistemas existentes son tareas informáticas que requieren de pensamiento crítico y creatividad. Las empresas ya no piensan en contratar a alguien que simplemente programa, necesitan profesionales con conocimientos técnicos pero que sepan liderar proyectos y gestionar con una visión más amplia.

Profesores

Los profesores deben tener capacidades altamente interpersonales y los alumnos necesitan a alguien con quien interactuar, comprometerse y en quien confiar para responder a preguntas. Por ello, la enseñanza ocupa un lugar bajo en la escala de riesgo de automatización.

Además, la calificación y la corrección de las tareas es algo que un robot no puede hacer todavía o modificar el plan de estudios en función de las necesidades de los alumnos y evaluar sus capacidades.

Médicos y enfermeras

El personal sanitario es menos proclive a la automatización, ya que es necesario que las enfermeras y los médicos interactúen y ayuden a los pacientes. Pese a los avances que se vinculan con los datos e inteligencia artificial, se necesita una comprensión de lo que la gente quiere decir cuando pide ayuda o tiene una consulta. La Universidad de Standford ha construido un hospital repleto de sistemas tecnológicos para saber si estas técnicas mejoran la productividad de los centros médicos. Los pacientes y empleados del centro son capaces de regular la iluminación de las distintas estancias, así como el entretenimiento y otros sistemas desde el móvil o con los mandos disponibles en las habitaciones.

Creadores de contenidos

Aunque los programas informáticos están empezando a producir artículos y noticias, la amenaza general de que un robot escriba una obra compleja es muy baja.

Ser escritor, artista, autor, diseñador o publicista requiere de habilidades como pensar de manera inteligente, tener creatividad o aportar ideas originales, ventajas significativas frente a la automatización.

Psicólogos, trabajadores sociales y terapeutas

Estos trabajos los llevan a cabo profesionales con un razonamiento alto, gran capacidad de comunicación y un alto nivel de resolución de problemas y toma de decisiones, lo que los convierte en trabajos imprevisibles, desafiantes y, por tanto, a prueba de robots.

Además, trabajar como psicólogo o trabajador social implica cuidar a los demás y tener una gran empatía.

Abogados

Los abogados necesitan conocer a fondo la jurisprudencia y las circunstancias propias de sus clientes y se caracterizan por ser profesionales con gran capacidad analítica. Y aunque las nuevas tecnologías ya han entrado en el sector jurídico es poco probable que el análisis y el examen profundo del derecho en general pueda ser comprendido por las soluciones automatizadas.

Formación y habilidades en IA

Ante el avance de los robots una cosa está clara: los trabajadores de todos los sectores laborales tendrán que seguir perfeccionando sus habilidades. “La formación de una persona en IA estará relacionada con competencias digitales y carreras que tienen que ver con la ingeniería de software, las telecomunicaciones, matemáticas, tecnología, programación, informática o carreras específicas dedicadas a la inteligencia artificial”, destaca Delgado.

Las tecnologías avanzan tan rápido que, para ser un candidato competitivo, tendrás que aprender las últimas herramientas y tendencias digitales del sector. Aquí es donde entra en juego la mejora de las competencias: adquirir conocimientos para acelerar tu carrera profesional cerrando las brechas de habilidades que pueden ayudarte a avanzar en tu sector.

“Mi consejo final para alguien que quiera formarse en este campo es que antes de elegir un grado de IA puedes empezar a formarte por ti mismo con diferentes opciones y recursos, incluso aprender a programar y buscar información para poder innovar y hacer cosas nuevas en el futuro”, concluye Delgado.




 

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