Por Emprendices
¿Alguna vez te has sentido incapaz de controlar tus emociones? ¿Alguna vez has sentido una ganas irremediables de desistir, de abandonarte a la frustración mirando para otro lado? A menudo vivimos situaciones de estrés, angustia e incluso agotamiento que nos sobrepasan a nivel emocional.
Estas situaciones llegan a nosotros y nos desbordan. Pensamos que es más fácil sobrellevar el dolor, mirando hacia otro lado en vez de mirarlo a los ojos para ponerle nombre y apellidos.
Negar lo que duele no es ninguna solución. Las emociones difíciles como la ira, la culpa o la vergüenza, son en realidad, una señal de alarma de que algo no va bien.
Negar lo que duele es como ignorar el pilotito rojo que se enciende en nuestro coche cuando le falta aceite.
Lo lógico sería parar inmediatamente, dejar al coche respirar y poner el aceite necesario ¿verdad? Podemos continuar claro, pero sabemos que si hacemos eso podemos llevar el coche a una situación extrema en la que la temperatura acabará por quemar el motor.
Lo mismo ocurre con nosotros: si ocultamos nuestras emociones, fingiendo que no están ahí, al final acabaremos quemándonos a nosotros mismos.
¡Es tan importante aprender a controlar las emociones! La gestión emocional es una asignatura pendiente que deberíamos aprender casi al mismo tiempo que a hablar. Nadie nos enseña propiamente a lidiar con nuestros sentimientos y emociones cuando somos pequeños.
Por suerte, en cualquier momento y en cualquier circunstancia, puedes elegir: evitar tus emociones o gestionarlas de manera inteligente para que en vez de restarte energía, jueguen a tu favor.
Recuerda que para aprender a gestionar emociones es muy importante mantener la calma a través de tu propio diálogo interno.
Si deseas aprender más sobre esta técnica te recomiendo mi artículo sobre gestión del estrés en tiempos de crisis. Para complementar tu práctica, te facilito una guía práctica para superar el estrés con éxito. ¡No te la pierdas!
A continuación, te muestro algunos pasos fundamentales para comprender tus emociones y aprender a controlarlas. Una alternativa eficaz para no acabar siendo arrastrados por nuestras propias emociones.
Identifica de dónde proceden tus emociones
Es muy importante saber identificar el origen de lo que sentimos para aprender a gestionar las emociones .
Pregúntate a ti mismo ¿Qué es lo que provoca esas emociones difíciles? Necesitamos reconocer la raíz de nuestras emociones para poder llegar a asumirlas.
¿Qué hechos motivan esas emociones? Tómate tu tiempo para intentar recordar algunas circunstancias difíciles. Y, cuando puedas decir, “en aquel momento me sentí mal porque…”, ¡Apúntalo!
Asume que no hay emociones buenas y malas
Grábate a fuego en tu cabeza que no existen emociones buena o malas. Son emociones y como emociones que son debemos sentirlas. ¡Somos humanos!
No debemos sentirnos culpables o avergonzarnos por sentir emociones, independientemente del tipo de emociones que sean. Si de repente sentimos pena, angustia o ansiedad no debemos además sentirnos culpables por haber sentido esas emociones. Esto solo empeora la situación.
Por eso, al cambiar esta interpretación que hacemos de nuestras emociones, logramos convertirlas en oportunidades. Este es un cambio de mentalidad fundamental para aprender a gestionar nuestras emociones.
Acepta lo que ocurre y aprende de ello
Aceptar lo que ocurre sin resistirnos y aprender de ello, es un constante desafío. Significa aprender a tolerar algo, sin juzgarlo o tratando de cambiarlo.
Pregúntate a ti mismo:
¿Qué está en mi mano hacer?
¿Cuál es el siguiente paso que me espera?
¿Cómo puedo contribuir a que mi malestar no se cargue mi equilibrio?
¿Puedo poner en marcha alguna solución?
¿Qué puedo aprender de esto?
Respira e imagina una situación agradable. Por ejemplo, imagínate a ti mismo poniendo en marcha la solución que mejor te satisface.
Relájate y proyéctala en tu mente mientras te liberas de la angustia.
Cómo controlar las emociones y evitar que te genere estrés
Sé que no es nada fácil gestionar las emociones que sentimos (por eso hay tanta gente que se rinde ante ellas), pero una vez que logramos conectar con ellas, conseguimos conectar con nuestro “yo” interno y con los demás.
Para ser dueño de tu vida a nivel personal y profesional, debes aprender a controlar tus emociones. Este es el único camino para ser feliz dejando de la lado el estrés y la angustia.
Soy mentora en Gestión Emocional y Liderazgo y me encantaría ayudarte a desafiar tus límites y liderar tus emociones a través de una mentoría personalizada. No te pierdas mis recursos gratuitos que te ayudarán en tu viaje de superación personal.
Trabajo con profesionales y empresarios y les guío en el camino hacia el auténtico potencial, desafiando los límites y convirtiéndolos en un generador de oportunidades.
Y ahora, después conocer a fondo cada paso… ¿Te atreves a analizar de dónde provienen tus emociones?, ¿Te ves capaz de aceptarlas? Me encantaría conocer tus inquietudes en los comentarios.
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