Por Universia 


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Ocio y ahorro no son prácticas incompatibles. Si quieres saber cómo incorporar ambos a tu vida, no te pierdas esta nota

Salir con amigos, desconectar y tener tiempo para uno mismo son prácticas necesarias para lidiar con el estrés diario. Indudablemente, y así lo confirman los expertos, es importante reservar espacio en la semana para salir de la rutina y pasarlo bien. Sin embargo, son muchos los que creen que el ocio debe quedar apartado si lo que quieren es ahorrar unos cuantos pesos a final de mes. ¡ERROR!

Tener una vida social activa no está reñido con cumplir con los objetivos mensuales de ahorro, es más, es perfectamente compatible. El secreto está en dotar de creatividad a todos tus planes y en ser consciente de que una cosa es gastar dinero y otras, despilfarrarlo.

A continuación, te ofrecemos unos tips con los que mantendrás las quedadas con amigos y la pareja sin perjudicar tu presupuesto:

1). Organízate. Este primer paso es fundamental para empezar con buen pie el objetivo. Debes acotar de antemano el dinero del que dispondrás mensualmente para gastar en ocio y cuánto quedará en la cuenta sin tocar. Como todo, aquí entra el juego el sentido común. Depende de cuál sea tu meta de ahorro tendrás que apretarte más o menos el cinturón: por razones obvias, cuanto más ambicioso sea el fin que persigues, menor tendrá que ser el gasto.

2). La creatividad manda. Es hora de buscar alternativas a las actividades de siempre. Quedar en un bar a tomar algo o salir a bailar es genial pero sin duda, no son las únicas opciones divertidas que existen ni tampoco, las más baratas. Ahora que empieza el buen tiempo puedes salir a caminar por el campo, hacer ejercicio al aire libre o quedar en la piscina de algún amigo.

3). La unión hace la fuerza. Ponerse límites siempre es un fastidio por eso, conviene establecer alianzas con amigos que ayuden a cumplir con el objetivo. Si los dos estáis en sintonía, será más fácil convencer al resto del grupo para inclinarse por prácticas menos costosas. Al final os lo agradecerán porque todos llegarán a final de mes con más dinero.

4). Motívate con recompensas. No cabe duda de que la motivación intrínseca, es decir, aquella que nace de ti mismo, es muy importante pero también lo es la que viene de fuera, a través de recompensas. Por ejemplo, premia tu esfuerzo con ese viaje que siempre quisiste hacer, cómprate un auto o realiza ese posgrado que tanto mejoraría tu formación profesional. Cualquier cosa vale siempre que te mantenga firme en el propósito final de ahorrar. 

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