Por Universia
Pexels / Pixabay
El calendario está tan naturalizado dentro de nuestra rutina que en ningún momento nos detenemos a analizar cómo surgió, qué cambios sufrió a lo largo de la historia o por qué los meses se llaman de la manera que lo hacen.
Porque estas curiosidades se pueden convertir en excelentes historias para compartir, en este artículo te respondemos todas estas preguntas.
El origen del calendario se remonta a antiguas civilizaciones que utilizaban el calendario lunar para calcular el paso del tiempo. Éstas utilizaban la órbita de la Luna para fijar la transición de un mes a otro; luego, transcurridos 12 meses lunares, se llegaba al año completo. Luego llegarían los lunisolares, calendario que consideraba el paso de las estaciones.
Más tarde, en el Antiguo Egipto, verían la luz los primeros calendarios solares pensados para medir el tiempo basándose en el aparente movimiento del Sol. Los astrónomos de esta civilización tenían claro que el año duraba 365 días, aunque se les escapaban esas horas adicionales que no completan un día, por lo que era un calendario con siglos de desfasaje.
Por su parte, el Imperio Romano diseñó un calendario de 304 días que se agrupaban en 10 meses, de modo que se hacía necesario intercalar un undécimo mes cada cierta cantidad de años para equilibrar este desajuste temporal.
No obstante, con el fin de compaginar de forma definitiva el año al curso del Sol, en el año 46 a.C., Julio César decide hacer una reforma en el calendario romano que consistió en retomar los 365 días divididos en 12 meses. En éste, en el que también se fechaban las estaciones, se decidió acabar con el desfasaje sumando un día cada cuatros años.
Este calendario que recibió el nombre de juliano no logró resolver el problema en cuestión, dado que la incorporación de los años bisiestos provocó un retraso de 10 días en calendario civil respecto al astronómico.
Tiempo después, el 24 de febrero de 1582, el Papa Gregorio XIII dictó la burla “Inter Gravissimas” a partir de la que entra en vigor el calendario gregoriano. En ésta se determinaba que el 4 de octubre de 1582 se daría un salto al 15 de octubre de 1582, además se establecía la presencia de un año bisiesto cuando el año en cuestión fuera múltiplo de cuatro.
Este calendario gregoriano es el aceptado como oficial a nivel global, aunque cabe mencionar que tampoco logra una perfecta concordancia entre el año civil y el astronómico, debido a que la velocidad de rotación y traslación de la Tierra se va ralentizando obligando a revisar las fechas una vez cada 3.000 años.
Aclarado cómo nace el calendario, es tiempo de conocer por qué los meses reciben los nombres que tienen.
- Enero. Conocido antiguamente como lanuro, nombre que recibía en honor al dios lano, protector de puertas y entradas.
- Febrero. Para que Plutón, también conocido como Februo, aplacara sus iras, el rey de Roma Numa Pompilio decidió rendirle como honor el mes de febrero.
- Marzo. Dado que durante este mes se daba comienzo a las campañas bélicas, se decidió llamarlo Marzo en honor a Marte, dios de la guerra.
- Abril. Tiene su procedencia en el término griego “afros”, traducido al español como espuma. Teniendo en cuenta que de ésta surge Venus, se decidió dedicar este mes a la fertilidad.
- Mayo. Este mes recibe este nombre en homenaje a los ancianos o protectores del pueblo, dado que se trata de un término proveniente de “majorum”, que significa mayores.
- Junio. A diferencia del mes anterior, Junio es un homenaje a los más jóvenes, dado que proviene del término latino “junior”.
- Julio. Julio César decidió homenajearse el mismo, dando al mes en el que había nacido su nombre.
- Agosto. Su nombre es en honor al emperador Augusto.
- Setiembre. Como al comienzo del calendario ocupaba el séptimo lugar, se decidió conservar su denominación pese a actualmente ocupar el noveno.
- Octubre. Este mes que también conserva la denominación de la época de Rómulo, tiene un nombre que proviene del latín “october” que es en español se traduce como octubre.
- Noviembre. El decimoprimero mes del año conserva el nombre que recibió desde su origen, cuando ocupaba el noveno lugar en el calendario.
- Diciembre. Pese a ocupar el último lugar entre los meses, sigue llamándose por la décima posición que ocupaba en sus comienzos.
Le puede interesar:
¿Cómo hacer una buena gestión del tiempo y aumentar tu productividad?