Por Muy Interesante 

Abordamos cuáles son las estrategias más efectivas para recordar datos ante un examen, y aprender de forma más productiva con técnicas respaldadas por la ciencia.


Imagen / Pexels / Zen Chung

Para muchos estudiantes, aprender algo “por las malas” implica una pérdida de tiempo y esfuerzo. En algunas ocasiones, incluso se da la circunstancia de que no encuentran relevancia o interés en lo que están estudiando. Y es que, la motivación es esencial para el éxito académico.

Sin embargo, no son pocos los que se agobian durante la época de exámenes, abrumados por la cantidad de información que deben intentar plasmar ante los profesores en un margen de tiempo limitado. Pero, ¿cómo aprender mejor o almacenar tantos datos en la memoria?

Eso es precisamente lo que aborda ‘Make It Stick: The Science of Successful Learning’, un libro redactado por catedráticos de psicología de la Universidad Washington de San Louis (EE UU) donde se aglutina una serie de pautas o consejos para recordar información respaldados por la ciencia.

En concreto, este trabajo, publicado en 2014 por un sello editorial de Harvard University Press, desafía las técnicas convencionales de aprendizaje y la enseñanza, basándose en conocimientos de la psicología cognitiva.

Tal y como señalan los autores, “se cree que la buena enseñanza consiste en adaptarse creativamente a los distintos estilos de aprender de los alumnos, utilizando estrategias que facilitan el aprendizaje”. No obstante, en base a descubrimientos recientes de la psicología cognitiva y otras disciplinas, estos expertos proponen técnicas concretas para aprender de forma más productiva.

En primer lugar, abordan la importancia de comprender cómo se codifica, consolida y recupera la memoria para un aprendizaje efectivo. “La memoria desempeña un papel fundamental en nuestra capacidad para llevar a cabo tareas cognitivas complejas, como aplicar conocimientos a problemas nunca antes planteados y extraer conclusiones de hechos ya conocidos”, explican.

Por eso, antes que nada, plantean enfrentarse a esas barreras que dificultan el aprendizaje para tener un dominio más completo y una mejor memorización de lo aprendido. Además, cuestionan la eficacia de algunas técnicas habituales para estudiar.

“Subrayar y destacar, releer, memorizar o repetir hasta la saciedad nuevas palabras o habilidades crean la ilusión de dominio, pero los logros se desvanecen rápidamente”, apuntan los investigadores. Pese a que estas técnicas pueden funcionar a veces, sugieren que podrían ser contraproducentes.

Así pues, en el libro se proponen distintas formas de aprender un temario. “Un aprendizaje más complejo y duradero se consigue mediante la autoevaluación, la introducción de ciertas dificultades en la práctica, esperar para volver a estudiar un nuevo material hasta que se haya asentado un poco ese conocimiento e intercalar la práctica de un tema con otro”, en palabras de los autores.
 

Autoevaluación

Según los expertos, la autoevaluación proporciona a los estudiantes una visión clara de su progreso en el aprendizaje. Les permite identificar las áreas en las que han mejorado y otras en las que pueden necesitar más atención. Al mismo tiempo, la autoevaluación tiene otros beneficios como mejorar la autonomía o fomentar la responsabilidad.

“Si quien aprende es responsable de su propio aprendizaje es lógico que a la vez sea responsable, o cuando menos, corresponsable de su evaluación”, apunta el catedrático de Didáctica de la UCM, Juan Manuel Álvarez.


Introducción progresiva de dificultades

Según los expertos, ir introduciendo dificultades de forma progresiva durante la memorización mejora la retención y el aprendizaje efectivo. “Al enfrentarse a dificultades durante la memorización, como recordar información sin mirar los apuntes, se activa un proceso llamado recuperación activa. Este proceso fortalece las conexiones neuronales y mejora la retención a largo plazo”, apuntan los expertos. Además, supone un desafío para el cerebro, promueve el pensamiento crítico, establece una base sólida y previene el olvido, entre otros beneficios.
 

Esperar antes de volver a estudiar nuevo material

La espera antes de volver a estudiar una nueva lección, una estrategia conocida como el “efecto de espaciado” o “espaciado de repaso”, es una técnica eficaz respaldada por la investigación en psicología cognitiva y neurociencia.

Los expertos sostienen que esta técnica es efectiva porque, entre otras cosas, consolida la memoria a largo plazo, mejora la atención, fortalece las conexiones sinápticas, fomenta el recuerdo activo o previene el olvido rápido, entre otras.
 

Intercalar la práctica de un tema con otro

Intercalar la práctica de un tema con otro, un método conocido en inglés como “interleaving”, es una estrategia de estudio que implica alternar entre diferentes tipos de problemas o temas en lugar de enfocarse en uno solo durante un período prolongado.

Según los expertos, se ha demostrado que esta técnica mejora la retención de información a largo plazo, promueve una mayor flexibilidad cognitiva, la transferencia de aprendizaje, previene la saturación o ayuda a mantener la atención sostenida, entre otros beneficios.

Asimismo, indican que este manual se dirige tanto a estudiantes y profesores como a entrenadores y deportistas, “con el objetivo de proporcionar ideas sobre los desafíos del aprendizaje continuo y la superación personal”.

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