Por Muy Interesante
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¿Qué significa realmente el éxito para uno de los físicos y divulgadores científicos más importantes de todos los tiempos?
Probablemente sea uno de los científicos más influyentes de la historia. Y es que, el talento, desparpajo y la capacidad de Richard Phillips Feynman para hacer de lo difícil algo fácil y comprensible para cualquiera, marcaron un antes y un después en la historia de la ciencia.
“En casa teníamos la Enciclopedia Británica y, cuando yo era pequeño, [mi padre] solía sentarme en su regazo y leerme algunas páginas. Por ejemplo, podíamos estar leyendo algo sobre los dinosaurios, y probablemente hablaría del Brontosaurus o algo así, o del Tyrannosaurus rex, y diría algo parecido a esto: «Este animal mide diez metros de altura y la cabeza mide dos metros», ya saben ustedes.
Entonces él dejaba de leer y decía: «Veamos lo que eso significa. Significa que si el tyrannosaurus estuviese en nuestro jardín tendría la altura suficiente para introducir la cabeza por la ventana, pero no podría hacerlo porque su cabeza sería demasiado ancha y rompería la ventana al intentarlo. Todo lo que leíamos se traducía de la mejor forma que podíamos en algo real y así es como aprendí a trabajar (…)».
Así describía el físico teórico estadounidense Richard Feynman cómo se originó su inquietud por la ciencia y el mundo que nos rodea. Y hoy aún se le considera uno de los científicos más importantes, a la misma escala que Einstein o Newton.
No solo por su contribución al mundo de la física y la ciencia, sino también por hacer de los conocimientos especializados algo divertido y entendible para todos. Fue “un genio” (como lo describían sus colegas) capaz de ver la simplicidad de las cosas aparentemente complicadas.
Un científico con carisma y una personalidad peculiar cuyas investigaciones le valieron el Premio Nobel de Física en 1965. “Creo que puedo decir con seguridad que nadie entiende la mecánica cuántica”, es una de sus frases más memorables.
Sin embargo, su enfoque único para resolver problemas y su talento para explicar fenómenos complejos mediante los conocidos como “diagramas de Feynman” contribuyeron sobremanera al posterior desarrollo de la física teórica.
Feynman también fue miembro del plantel que investigó el desastre del transbordador espacial Challenger en 1986. Su habilidad para explicar las complejidades técnicas de manera clara y directa fue fundamental para entender las causas del accidente.
Y además de su trabajo científico, Feynman fue un destacado profesor y divulgador científico. Dio una serie de conferencias públicas y escribió varios libros que han inspirado a generaciones de estudiantes y amantes de la ciencia. Pero a pesar de todos sus logros, ¿qué significaba realmente el éxito para Richard Feynman?
El verdadero éxito para Richard Feynman
Para este aclamado científico, el éxito no se medía por la fama o las recompensas materiales, sino por su capacidad para entender el mundo de una manera más profunda y ayudar a los demás a hacerlo también. Sobre este asunto, y en respuesta a una pregunta de la cadena británica BBC sobre si valió la pena conseguir el Premio Nobel, Feynman respondía:
“No sé nada sobre el Premio Nobel, no entiendo qué es o para qué sirve (…) No me gustan los honores. Lo aprecio por el trabajo que hice, y por las personas que lo aprecian, y sé que hay muchos físicos que utilizan mi trabajo. No necesito más, no creo que tenga más sentido que ése”, afirmaba.
Acto seguido, añadía: “No veo qué importancia puede tener que alguien en la Academia sueca decida que este trabajo es lo bastante bueno como para recibir un premio. Yo ya he tenido mi premio. El premio está en el placer de descubrir, en la excitación del descubrimiento, en observar que otras personas lo utilizan [mi trabajo]: ésas son cosas reales, los honores no son reales para mí. No creo en los honores, eso me fastidia, (…), los honores son las charreteras, los uniformes. Así es como me educó mi padre”.
Sin lugar a dudas, Feynman valoraba por encima de todo el proceso de aprender y descubrir sobre el universo y encontraba satisfacción en el hecho de explorar la naturaleza o simplemente en intentar entender cómo funcionan las cosas.
Pero este científico también creía en la importancia de la creatividad y la originalidad en la ciencia. Para él, el éxito científico no se trataba solo de resolver problemas existentes, sino de encontrar otros nuevos, así como otras perspectivas para abordarlos. Por ello, valoraba la curiosidad y la habilidad para ver más allá de las respuestas obvias.
Además, Feynman destacó por su pasión por enseñar y comunicar la ciencia. Consideraba que ser capaz de transmitir el conocimiento científico de manera clara y comprensible ya era un logro significativo.
Su habilidad para hacer que la física y los conceptos científicos fueran accesibles para personas de todas las edades y niveles de educación fue una de las razones por las que se le seguirá considerando uno de los mayores genios y divulgadores científicos de todos los tiempos.
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