Por El Estrategos
Imagen / Pexels / Jill Wellington
Una antena de radar emite ondas que cubren el horizonte de acuerdo a su alcance y poder. Cuando algún objeto ingresa en ése campo, distorsiona el haz de ondas y se manifiesta para quién está observando. El objeto se hace evidente porque el radar “se encuentra allí”. Eso mismo pasa en la vida y los negocios: “el 80% del éxito consiste simplemente en estar ahí”.
La frase le corresponde al gran Woody Allen. No es particularmente hermosa o conmovedora, pero transmite una gran verdad: “el 80% del éxito consiste simplemente en estar ahí”.
Hay mucho en la cita:
En primer lugar, la palabra “simplemente”. Este es el término que le otorga músculo a la frase. Y esto en razón de que habitualmente hay fuerza en todo lo que transmite sencillez y seguridad. Eso trata el vocablo “simplemente”.
El 80% del éxito se consigue solo por estar allí, ¡nada más! Ahora bien, “estar allí” es una alusión a visión, oportunidades y trabajo. Porque hay que saber dónde estar, en qué momento y cómo. Visión-identificación de oportunidades-trabajo. Esos son los elementos que componen el “simplemente estar allí”.
Pasa lo mismo con el radar. Emite las ondas sin descanso (eso es trabajo), en un lugar que se considera apropiado vigilar (visión y oportunidad). Si la antena no fuese bien ubicada, trabajaría sin parar y no detectaría nada. Por otra parte, aun estando bien ubicada no captaría nada si el equipo no trabajase.
Otro elemento importante de la frase es el número que la encabeza: “el 80% del éxito consiste simplemente en estar ahí”.
Ése 80% es una referencia al peso e importancia de visión-identificación de oportunidades-trabajo. Son los elementos fundamentales del éxito, pero no lo son todo. 80% no es 100%. Los números en la frase no referencian exactitud (obviamente), pero dan a entender una pauta de importancia.
El éxito es efectivamente una representación de visión, oportunidades, trabajo, persistencia, tenacidad, capacidad de superar los fracasos, etc. Pero en una fracción vital (que la cita coloca en 20%), es también efecto de otros factores:
Fortuna/suerte y,
Desapego
Volveremos sobre esto un poco más adelante. Por el momento ayuda ver algunos ejemplos concretos de la frase de Woody Allen.
Michael Bloomberg es uno de los hombres de negocios que con más ahínco defiende la lógica de “el 80% del éxito consiste simplemente en estar ahí”. Él está convencido que es el motivo por el que pudo destacar en los negocios y la vida.
Bloomberg posee una de las 10 fortunas más grandes del planeta. Fundó una gigante empresa transnacional (Bloomberg LP), fue alcalde de la ciudad de Nueva York por tres periodos consecutivos y candidato a la presidencia de los Estados Unidos.
Una representación gráfica de “simplemente estar ahí”, la muestra Bloomberg al describir sus primeros años de trabajo en el mundo financiero de Nueva York. Después de trabajar varios años en la empresa Salomon Brothers y ser despedido sin mayor explicación, decidió formar su propia empresa.
Lo primero que hizo fue alquilar oficinas “en el lugar en el que se debería estar”. Un edificio que compartían algunas de las empresas más renombradas de la industria. Otras personas hubieran tomado medidas más conservadoras, porque finalmente la empresa recién se estaba formando. Pero Bloomberg sabía que parte vital del éxito radica “en estar ahí”.
Su filosofía de trabajo consistía en largas jornadas de trabajo desde tempranas horas del día, descansos cortos y ninguna vacación. Ser el primero en llegar y el último en salir (nuevamente: “estar ahí”).
Cuenta Bloomberg que cuando recién comenzaba con su empresa, llegaba temprano al edificio y compraba un par de tazas de café y otro par de tazas de té. Con ellas en mano subía a pié a su oficina y en el trayecto veía si algún ejecutivo de otra empresa se encontraba temprano en su oficina leyendo el periódico o algo similar. Si hallaba alguien se acercaba y le invitaba un café, y en caso que no quisiera café, tenía listo el té.
Estos acercamientos le permitieron construir una amplia red de contactos, y eso le ayudó en el desarrollo de su empresa. La importancia de “estar allí”. Llegar temprano y aprovechar el tiempo para la comunicación y las relaciones humanas.
El éxito es muchas veces elusivo o tardo en llegar, y cuando las personas pierden la paciencia y abandonan el empeño, la antena de radar deja de operar y ya no detecta ésa aeronave que puede cambiarlo todo.
La mayor parte de personas y organizaciones que pretenden ser exitosas, abandonan temprano los esfuerzos. Un número menor persiste, pero abandona igualmente. Sólo unos cuantos permanecen firmes. Visión clara y convicción. Antenas desplegadas esperando una señal, por muy débil que sea. Cuando esto sucede, todo lo demás es igual a lo que hace el pescador experimentado después que el pez pica.
“El 80% del éxito consiste simplemente en estar ahí”. Sí. De eso se trata. Convicción de la búsqueda, no necesariamente del objetivo. Se puede estar “convencido” del valor de lo que se busca. Pero sobre todo hay que estarlo de lo virtuoso de la búsqueda y el hecho de que “quién busca, finalmente encuentra”. Esta es la convicción que convierte los deseos en hechos.
En los negocios, el amor o la vida espiritual, el éxito que se busca llega esencialmente por estar ahí. Probablemente cuando todos los demás se han ido. Cuando poco espacio queda para la esperanza y la soledad ocupa el lugar que otros dejaron. ¡Quedarse allí!
Si la antena está levantada y operando, algún momento detecta y aprovecha “ésa oportunidad” que se espera. Luego todo cambia. Ésa es la dinámica del éxito, sus frutos son proporcionales a lo duro de la espera. En tanto más cuesta, más paga. Su ausencia provisional, la cubre con manifestaciones de abundancia.
El mundo ve estas cosas y no las entiende. Conjetura y saca todo tipo de conclusiones. Poco se esfuerza en entender que se trata, “simplemente”, de estar allí y tener paciencia.
Bien lo dice el mismo Woody Allen: “Me llevó más de 10 años tener éxito de la noche a la mañana”.
Ahora bien, ¿y ése 20% que resta de “el 80% del éxito consiste simplemente en estar ahí”, aquel que asociamos a fortuna y desapego?
La suerte, el azar, existen en la vida, por mucho que nos agrade escuchar lo contrario. La vida tiene misterios difíciles de comprender. Y es precisamente eso lo más bello que posee, porque de otra manera todo sería aburrido e insoportable.
La suerte ocupa un lugar importante en la bitácora del éxito. Una parte de ése 20% que no siempre se explica en “estar ahí”. Pero sucede algo interesante, puesto que para aquellos que cumplen con la otra parte de la ecuación, la suerte no es esquiva, por el contrario, se manifiesta, también, “simplemente”.
Unos dicen: “mientras más trabajo, más suerte tengo”, y otros dicen, “la suerte debe encontrarte en el trabajo”. Pues bien, ambos han entendido perfectamente una parte de ése 20% que faltaba. Pero no todo.
Hay aun otro ingrediente: el desapego.
Porque el éxito no solo llega para premiar a los que “simplemente están ahí” y han tenido convicción, paciencia y fortuna. Llega para coronar a los que tienen “una mente abierta a todo y sin ataduras de ningún tipo”.
Aquellos que buscan el éxito pero se sienten apegados a él, no conocerán las cumbres mayores. El éxito no se encuentra en ningún tipo de externalidades, es una fortaleza interior. Las personas y organizaciones que tienen apego por el éxito, son rígidas. Capaces de transar lo que sea y de cualquier manera para alcanzar lo que desean. Son “exitistas”, “triunfalistas”.
Si el éxito no se manifiesta aquí y ahora, lo hará luego, seguramente en otro aquí y otro ahora. ¡No aplica el drama! Pero si esto no se entiende, el circuito nunca cierra.
¡Desapego! No sentirse atado o nada (ni siquiera el éxito). Saber que uno ES sin dependencias, de ningún tipo. Esto no quiere decir que exista falta de cariño o identificación con otras personas o cosas. Quiere decir que no puede haber dependencia. Si para SER se necesita el éxito, entonces “no se está apto para recibirlo”.
El propio Michale Bloomberg da un consejo final sobre esto:
“Para ser exitoso es indispensable no mentirse nunca a uno mismo, luego no ser obstinado o terco respecto a nada, ni siquiera a las propias metas o convicciones. Solo los cuerpos flexibles prevalecen. Y finalmente, nunca mirar atrás. Ni por lo bueno y mucho menos por lo malo. El pasado es inaccesible. La experiencia que emerge de él queda fija en el subconsciente y eso es todo lo que se necesita”.
“El 80% del éxito consiste simplemente en estar ahí”. Añada paciencia en abundancia, una pizca de fortuna y sírvase con desapego.
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