Por Muy Interesante
Imagen / Pexels / Anna Shvets
Finlandia es el país más feliz del mundo según el Informe Mundial sobre la Felicidad. Sin embargo, los jóvenes nacidos entre 1994 y 2010 tienen una percepción totalmente distinta.
La última edición del Informe Mundial sobre la Felicidad (World Happiness Report), colocó de nuevo a Finlandia -por séptimo año consecutivo- como el país más feliz del mundo. Sin embargo, si el ranking estuviera elaborado únicamente por los menores de 30 años, el primer puesto sería para Lituania.
Pero, ¿qué hace que este país sea el “campeón” de la felicidad entre los jóvenes? ¿Qué es lo que realmente hace felices a los jóvenes de la generación Z, nacidos entre mediados de la década de 1990 y mediados de la década de 2010?
En concreto, el informe destaca un factor crucial: la igualdad en la felicidad. La sensación de oportunidad que prevalece en Lituania, impulsada por su crecimiento económico y una democracia fuerte y moderna, sin duda contribuye a la felicidad de los jóvenes.
Estos hallazgos coinciden con la creciente comprensión científica de que la felicidad está estrechamente vinculada con la satisfacción en áreas como el trabajo, las conexiones sociales y el sentido de propósito.
Y es que, la generación Z ha crecido en un mundo de rápidos cambios tecnológicos, desafíos socioeconómicos y una mayor conciencia sobre temas de justicia social y medioambiental. A medida que se enfrentan a estos desafíos, la búsqueda de la felicidad se ha convertido en una prioridad para muchos de ellos. De hecho, a la luz de estudios recientes, la generación Z valora la felicidad y el bienestar personal tanto como, o incluso más que, el éxito profesional o la riqueza material.
Y en Lituania, la sensación de oportunidad se ve respaldada por una educación sólida y la importancia de los lazos familiares. Los jóvenes lituanos tienen acceso a una amplia gama de oportunidades educativas y profesionales, lo que les permite perseguir sus pasiones y aspiraciones. Además, una sólida red de apoyo familiar y la cercanía a sus seres queridos contribuyen a su sensación de bienestar.
Asimismo, la solidaridad y el hecho de vivir el presente también son elementos importantes en la felicidad de los jóvenes lituanos. A pesar de las preocupaciones sobre la seguridad y la incertidumbre geopolítica, muchos jóvenes han optado por concentrarse en el presente y aprovechar al máximo las experiencias positivas de la vida.
Según el Informe Mundial sobre la Felicidad, los países con los jóvenes de 30 años más felices, después de Lituania, son por este orden: Israel, Serbia, Islandia, Dinamarca, Luxemburgo, Finlandia, Rumanía, Países Bajos y la República Checa. España se coloca en el puesto 55 según la valoración de los jóvenes por debajo de la treintena.
Sin embargo, en contraste con estos datos, los mayores de 60 años (Generación 'Baby Boomers') más felices se encuentran en Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia, Islandia, Nueva Zelanda, Países Bajos, Canadá, Australia y Estados Unidos. Si solo se considerase la opinión de esta generación, España se colocaría en el puesto 29 de los más felices.
Percepción de felicidad entre generaciones
Tal y como se observa en el informe, las diferencias en las clasificaciones de felicidad son significativas entre diferentes grupos de edad. En algunos casos, las personas mayores tienen clasificaciones mucho más altas que los jóvenes, como en Estados Unidos y Canadá. En otros casos, especialmente en Europa central y oriental, la situación es inversa, con clasificaciones más altas para los jóvenes que para los mayores.
Lituania, una nación que ha experimentado una transformación notable desde su independencia en 1990, ocupa, sin embargo, el puesto 44 entre los mayores de 60 años. En palabras de los autores del informe, esta paradoja, “pone de manifiesto que la convergencia entre las dos mitades de Europa se ha visto impulsada principalmente por la creciente felicidad de los jóvenes”.
Y añaden: “Los países que ocupan los primeros puestos para los mayores son, por lo general, países con una clasificación general alta, pero incluyen varios en los que a los jóvenes les ha ido últimamente muy mal”.
Según los expertos, estas diferencias entre generaciones se deben a percepciones distintas en lo que se refiere a las conexiones sociales, el propósito y sentido de pertenencia, la salud mental, las oportunidades de crecimiento personal y profesional o el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, factores que cada vez adquieren más importancia para los más jóvenes.
Precisamente, un estudio reciente, dirigido por el investigador de la Harvard Business School, Arthur C. Brooks en colaboración con Gallup, reveló que el sentido de propósito en el trabajo o la escuela es uno de los principales impulsores de la felicidad en la generación Z. Además, las conexiones sociales positivas y la satisfacción de las necesidades básicas, como el sueño y la relajación, también desempeñan un papel crucial en su bienestar.
A su vez, también intervienen otros factores como los cambios en la felicidad con el tiempo, la gestión de emociones positivas y negativas para las distintas franjas de edad, la importancia de las conexiones sociales, además de otros aspectos como la edad, la región o el contexto social y político.
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