Por Raúl Quintana Selleras 


Hemant Karandikar ha sido consejero estratégico de marcas y diseños, entrenador de liderazgo y CEO (director ejecutivo por sus siglas en inglés), así como fundador de Exponient Consulting and Learning Leadership (Exponient – Consultoría y Aprendizaje sobre Liderazgo; www.Learning-Leadership.com). Según Karandikar, existen muchísimos problemas y desafíos en el área de trabajo, por ejemplo, financieros, técnicos, promocionales y personales. Su presentación se concentró en el factor humano y emocional.

El liderazgo emocional se ocupa de mostrar pasión y compromiso hacia las metas de una organización dada, para inspirar a los empleados con el fin de lograr dichos objetivos. Del mismo modo, los mejores líderes inspiran a sus empleados y los impulsan a alcanzar objetivos ambiciosos. Los empleados se esfuerzan y se multiplican sólo cuando sienten que su trabajo vale la pena y hace la diferencia. En pocas palabras, el Liderazgo Emocional (LE) es una combinación de la Conciencia Emocional (CE) y la Habilidad Emocional (HE).




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Durante su presentación, Hemant Karandikar sugirió algunos ejercicios que relacionan incidentes específicos con nuestros sentimientos, incluyendo las consecuencias que estos últimos podrían tener sobre nuestro futuro. Utilizando una técnica similar, nos pidió que escribiésemos sobre alguien a quien hemos lastimado, pero a quien también le hemos pedido disculpas. Por último, preguntó cuánto tiempo persisten los buenos recuerdos. La presentación fue una guía para explorar, discutir y recordar nuestras emociones, incluyendo una comparación entre nuestras experiencias negativas y positivas.

Además, el expositor expresó cómo nuestros sentimientos y emociones informan nuestras acciones. Las emociones no sólo afectan a quienes las sienten sino también a nuestros vecinos, teniendo un impacto en nuestros niveles de energía, interés, compromiso, decisión, digestión, descanso, comunicación, receptividad, relaciones interpersonales y creatividad. Al comprender y manejar correctamente nuestros sentimientos somos más productivos. Karandikar explicó que toda persona exitosa alberga una gran pasión hacia una disciplina o campo del conocimiento. De hecho, el esfuerzo, el tesón y los sentimientos positivos nos acercan al éxito.
 

Karandikar aconseja a sus empleados a que vean películas, escuchen música y participen en conversaciones gratificantes. De hecho, les pide que expandan sus conocimientos y que se transformen en mejores seres humanos. Comúnmente, los directivos piden a sus empleados que piensen más allá de las normas, pero Karandikar adopta un enfoque diferente: les pide que amplíen sus normas, ya que los empleados sólo pueden trabajar dentro de los límites que sus habilidades imponen.

Hemant Karandikar también se refirió a dos tipos de esfuerzo: externo e interno. El esfuerzo externo se refiere a aquél que persigue el dinero y el reconocimiento, mientras que el esfuerzo interno se relaciona con los sentimientos, la satisfacción y la autorrealización. Su presentación se concentró en la exploración del esfuerzo interno, el cual nos permite ser mejores líderes.

Más que eso, su presentación fue un ejercicio para hacernos pensar y reflexionar sobre nuestras emociones y los resultados que podrían traer; cómo nuestros sentimientos juegan un rol importante en nuestro trabajo (dónde no dejamos de ser seres humanos). El mundo profesional no está fuera del mundo individual, ya que ambos se complementan. Trazando una analogía con los conceptos de yin y yang, su verdadero propósito radica en encontrar un equilibrio, no en asignar una mayor importancia a uno sobre el otro.

Como afirmaría Thomas Gilovich, nuestras creencias (o emociones en este caso) son como nuestras posesiones y las protegemos como tales. De hecho, siempre nos defendemos cuando nuestros sentimientos son atacados. Por el contrario, nos atraen las personas que muestran emociones positivas, por ejemplo, aquéllas que tienen un buen sentido del humor. Nuestras emociones nos guían, incluso cuando nos resultan irreconocibles (Karandikar). La presentación de Hemant Karandikar, junto a sus ejercicios prácticos, nos ayudó a reconocer, aceptar, reflexionar, evaluar, gestionar, tratar y, en última instancia, aprovechar nuestras emociones.


 

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