Por Guillem Recolons
En Brasil, los Consultores de Imagen se quejan de que el mercado está saturado y, cuando observamos detenidamente, la sensación es que todos hacen lo mismo. ¿Cómo solucionar este problema?
Este es un problema grave porque, si la percepción es que todos hacen lo mismo, sencillamente se convierten en commodities. El precio baja cada vez más y al cliente no le importa elegir uno u otro profesional, porque no ven ninguna diferencia entre los profesionales.
¿Cómo definirías la propuesta de valor?
Soy publicista. Para mí, una marca es una propuesta única de valor. Por lo tanto, una marca personal es una propuesta única de valor personal. Es tan importante lo que hacemos como el cómo lo hacemos.4
La propuesta de valor responde a una cuestión: ¿Qué problema resuelvo? y también, en otro enfoque ¿qué oportunidad detecto?.
Si digo que soy un Consultor de imagen, estoy utilizando una definición de mi actividad profesional. Pero eso no es una propuesta de valor. Una propuesta de valor sería decir “consigo que mis clientes destaquen y mejoren su perfil de carrera gracias a mi trabajo”. Esto es una propuesta de valor.
La propuesta de valor se centra en tu cliente, no en ti. Hablar de consultor de imagen, consultor de carrera o personal brander no resuelve ningún problema para el cliente. La manera de resolver problemas es explicando exactamente a tu cliente cómo llegará del punto A al punto B.
Para trabajar la propuesta de valor, recomiendo responder estas cuatro preguntas:
- ¿Cuál es el problema que resolvemos? (pain)
- ¿Cuál es la oportunidad que detectamos? (gain)
- ¿Cuál es la necesidad que satisfacemos?
- ¿Cuáles son los beneficios que traemos?
- Estas son cuatro formas distintas de encontrar nuestra propuesta de valor.
Un ejemplo: Si te defines como “senior manager”, no puedo saber qué problema resuelves. “Senior manager” sólo explica la categoría profesional dentro de la empresa. Sin embargo, si lo enfocas como “promuevo el desarrollo de certificaciones profesionales para distintos colectivos”, aquí entiendo a la perfección el problema que resuelves. En el primer caso, sólo dices cuál es tu posición dentro de la empresa, y en el segundo, das una respuesta a las necesidades de su cliente.
¡Ojo! No podemos crear una propuesta de valor que no esté fundamentada en una realidad
Nuestra propuesta de valor está formada por una serie de atributos. Si analizamos una marca muy conocida, por ejemplo IKEA, los atributos que más reconocemos son precio y diseño, atributos que nadie había unido antes. Nuestra propuesta de valor está formada por atributos racionales y emocionales, aquellos más derivados de nuestros valores. Y es mucho más difícil imitar un atributo emocional.
Un ejemplo es una cliente con quien trabajé: Es manager de auditoría. Todos los clientes quieren trabajar con ella porque siempre está alegre, con una sonrisa lista. Ella rompió la idea establecida de que los auditores son personas muy serias, grises, aburridas. Su propuesta de valor es “Manager de auditoría, especializada en Inmobiliaria e Infraestructuras. Auditando con una sonrisa.”
Mi consejo para todos los profesionales que parecen clonados a otros es que trabajen a fondo su propuesta de valor. Reconozco que esto no es fácil en cualquier proceso de marca personal, pero es la clave para diferenciarnos. Recomiendo que se haga con la ayuda de un especialista, un personal brander o alguien que pueda entender la identidad del profesional: ¿Cómo soy exactamente? ¿Cómo me ven los demás? ¿Cuáles son mis atributos ocultos que no conozco?
Como resumen, la propuesta de valor es algo que responde a tres preguntas: qué problemas resolvemos, qué oportunidades detectamos, qué necesidades cubrimos. Para ello, necesitamos entender nuestros principales atributos, y para ello necesitamos la ayuda de alguien que entienda cómo realmente somos. Es importante que entendamos que estamos formados de elementos racionales y emocionales, que son elementos de conexión.
Sobre los valores, afirmas que transmitir es mejor que explicar. Explícamelo.
La persona que es consciente de sus valores los puede utilizar en su comunicación. Pero hay matices. Si te digo que soy una persona solidaria, que me gusta ayudar a los demás o que soy altruista es una cosa. Si me ves en el Instagram ayudando a una ONG, estoy transmitiendo esos valores de una manera mucho más potente que explicándola.
Hay varias formas de expresar nuestros valores; podemos expresar con palabras, vídeos, imágenes y otras cosas. Si una persona publica en Instagram Stories un vídeo cantando con su hija, eso transmite vitalidad, alegría, transmite una cantidad de informaciones que otro formato no permitiría.
Tenemos que entender el juego que conseguimos con las redes sociales, sabiendo que cada una tiene su código. LinkedIn no es lo mismo que el Instagram. Esta última nos permite mostrar mejor no sólo quienes somos, sino cómo somos. Debemos utilizar más los hechos y menos las palabras. Tenemos que utilizar todos los medios no sólo para explicar cuál es nuestra oferta profesional, sino también explicar quiénes somos, cómo somos, y cómo podemos ayudar.
¿Existe el riesgo de que los profesionales presenten propuestas de valor similares?
Claro que lo hay. Lo que pasa es que conocemos muy bien a nuestros competidores, pero nuestros clientes no. Y, muchas veces, quien gana es quien tiene el mejor SEO, aquel que consiguió posicionar su sitio web mejor que los demás. Y eso es algo contra lo que tenemos que luchar. Muchas veces, el primero que aparece en Internet no es el mejor.
Lo importante es que para ello tengamos testimonios que avalen que somos buenos y que muestren que trabajamos de una manera que ningún otro trabaja. Necesitamos aprovechar el impulso que el buen feedback de nuestros clientes puede darnos para luchar contra estos expertos en SEO.
La diferencia puede llegar con testimonios de nuestro trabajo. Esta es la mejor forma de luchar contra nuestros competidores que no tienen el mismo nivel que nosotros.
La propuesta de valor es sólo para aquellos que ya tienen experiencia o alguien que está empezando ahora también puede identificar la suya?
Unos y otros pueden identificar y competir en igualdad de condiciones. Alguien que comienza NO puede utilizar su experiencia anterior, pero sí puede basar su propuesta de valor en sus competencias.
Una persona joven tiene pocos vicios y tiene la ventaja de poder adaptarse a las necesidades del cliente por estar menos contaminada. Desprende más energía. Y en común con los expertos, tiene el apoyo de sus valores, que pueden ser su forma de conectarse con sus clientes. Las personas jóvenes trabajan con más facilidad en el entorno digital y también pueden utilizar esta competencia como diferencial. También tienen una formación más moderna y actualizada, y más creatividad, es un arma brutal.1
Quizás les sea más difícil a los jóvenes trabajar con un presidente de una empresa de 50 años, pero pueden comenzar a trabajar con otros perfiles de clientes. Hay una frase inglesa que me gusta mucho que traducida sería “Recoge primero las manzanas del árbol que estén al alcance de tu mano.”
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