Recopilamos los factores que generalmente contribuyen a definir una vida feliz y satisfactoria, según expertos en psicología positiva.
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Tener una vida feliz es una aspiración universal que va más allá de culturas, edades y circunstancias personales. Pero, aunque el concepto puede variar dependiendo de a quién se le pregunte, hay varios elementos comunes que suelen mencionarse cuando se trata de definir una vida plena.
Uno de ellos es el sentido de propósito y significado. El famoso neurólogo y psiquiatra austriaco Viktor Frankl, que sobrevivió al horror de los campos de concentración judíos, manifestó que encontrar un propósito es fundamental para la felicidad y la realización personal.
En su libro ‘El hombre en busca de sentido’, Frankl argumenta que el sentido de propósito es una fuente de fuerza y resiliencia para las personas, incluso en los momentos y circunstancias más difíciles.
Entre los muchos estudios que hay a este respecto, uno reciente publicado en la revista Journal of Personality and Social Psychology, descubrió que las personas que encuentran más significado a su vida son más felices. Los participantes no solo afirmaron tener un concepto claro de sí mismos sino que también mostraron mayor predisposición a vivir nuevas experiencias, perseguir objetivos consistentes, o contar con buenos amigos.
Precisamente, las relaciones sociales y el apoyo emocional que brindan amigos y familiares son otro componente crucial para el bienestar, tal y como sostienen los expertos. Entre ellos, destaca el trabajo pionero en psicología positiva del investigador Martin Seligman, que asegura que las relaciones positivas pueden aumentar la felicidad y reducir el estrés.
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“Los individuos que se perciben como felices suelen mostrar mayor satisfacción con la vida a través del significado, el placer y el compromiso”, en palabras de Seligman y el investigador Chris Peterson, quienes han trabajado juntos para evaluar el bienestar subjetivo y la felicidad.
Y es que, sentirse realizado y tener la oportunidad de crecer y aprender constantemente también son garantías de satisfacción. Esto no necesariamente significa alcanzar grandes logros, sino más bien plantearse metas personales y trabajar hacia ellas. En este sentido, Carol Dweck, profesora de psicología en Stanford, propone en su teoría del ‘mindset’ que adoptar una mentalidad de crecimiento puede llevar a una mayor realización personal y profesional.
Equilibrio y autenticidad
Aunque vivir de manera plena también implica encontrar un equilibrio entre diferentes áreas de la vida, como el trabajo, la familia, el ocio y el tiempo para uno mismo. Al respecto, un equipo de investigadores de la Universidad de Pensilvania y la Universidad de California (EE UU) arrojaron un poco de luz sobre este asunto con un estudio publicado en Journal of Personality and Social Psychology.
En concreto, los científicos descubrieron que las personas con más tiempo libre suelen tener mayores niveles de bienestar subjetivo, aunque hasta cierto punto. La investigación abarcó dos conjuntos de datos a gran escala que incluyeron a más de 35.000 estadounidenses.
“La mayoría de la gente tiene muy poco tiempo libre, pero demasiado tiempo libre no siempre es mejor”, afirmaba Marissa Sharif, autora principal del estudio. Aunque, “a veces, disponer de mucho tiempo libre está incluso relacionado con un menor bienestar subjetivo debido a la falta de productividad”, en palabras de los investigadores.
Así, los expertos indicaron que la clave reside en saber gestionar el tiempo libre, aunque sea corto. “Si ver dos horas de una serie en tu tiempo libre aumenta tu felicidad, debes hacerlo”, aclaró Sharif. “El objetivo de todo esto es el de cuidarse a uno mismo, (...) tener un propósito concreto”, reflexionó.
Además, los expertos sostienen que ser uno mismo y vivir de acuerdo con los propios valores y creencias es esencial para sentirse pleno. Esta autenticidad permite a las personas actuar de manera congruente con quiénes son realmente, lo que lleva a una mayor sensación de felicidad.
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Cuidar la salud física y mental
Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente por la ausencia de afecciones o enfermedades. Por tanto, no se puede subestimar la importancia de la salud física y mental en la búsqueda de una vida plena. Mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente o cuidar la salud mental mediante prácticas como la meditación o la terapia, son aspectos esenciales.
Finalmente, algunos estudios demuestran que muchas personas encuentran plenitud en ayudar a los demás o contribuir a su bienestar. De hecho, la generosidad y el altruismo no solo benefician a quienes reciben ayuda, sino que también aportan sentido de satisfacción y propósito a quienes ofrecen su tiempo y recursos.
“El acto de dar puede activar áreas del cerebro asociadas con el placer y la recompensa”, subrayan los expertos, lo que, sin duda, también contribuye a una vida plena.