Por 4Talent
Sabemos que las ventajas que expone la tecnología son innumerables. La optimización de tiempo, espacio, y procesos son algunas de las etapas que han mostrado un avance significativo y sin duda han cambiado la historia.
La capacidad de adaptación del humano es algo asombroso, y si a eso le sumamos la ayuda de un sistema eficiente y programado, estas capacidades se ven incrementadas, logrando un resultado óptimo.
A pesar de los rasgos positivos que la tecnología ha manifestado a lo largo del tiempo, los niños, niñas y jóvenes que hoy tienen alrededor de 18 años, y que desde su nacimiento han tenido acceso a artefactos inteligentes, no muestran estadísticas cognitivas positivas.
Según el neurocientífico y director de investigación del Instituto Nacional de la Salud de Francia, Michel Desmurget (Lyon, 1965), “Simplemente no hay excusa para lo que les estamos haciendo a nuestros hijos y cómo estamos poniendo en peligro su futuro y desarrollo”.
A través de su libro “La fábrica de los cretinos digitales” el especialista expone cómo es que los dispositivos digitales están afectando de manera negativa a niños, niñas y jóvenes a lo largo del mundo, pues serían la primera generación que posee un Coeficiente Intelectual (CI) más bajo que el de sus padres.
En el texto, Desmurget hace referencia al “efecto Flynn”, identificado como el aumento paulatino de las puntuaciones que miden la inteligencia de la población mundial.
El neurocientífico manifiesta que esto ocurre debido a la gran exposición que tienen los niños y jóvenes frente a distintas pantallas, y que el gran impacto se ve evidenciado en sus habilidades lingüísticas, la memoria, la concentración y la cultura.
En promedio los niños y niñas de 2 años pasan alrededor de tres horas al día en el teléfono; en el caso de quienes tienen 8 años, cinco horas; y lo más preocupante es que los adolescentes arrojan un promedio de más de siete horas pendientes de artefactos tecnológicos.
En palabras de Desmurget “Los principales fundamentos de la inteligencia de una persona, es decir, lo que nos ayuda a organizar y entender el mundo, están amenazados psíquicamente y también físicamente.
La arquitectura cerebral se construye a medida que crecemos y sus características finales dependen de la experiencia que transitamos la cual modifica tanto la estructura como el funcionamiento de nuestro cerebro.
Así es como en respuesta a las vivencias, algunas áreas del más complejo de nuestros órganos se vuelven más gruesas, otras más delgadas; algunas conexiones se desarrollan, otras se desvanecen.
Por ejemplo, se ha demostrado que el uso de videojuegos de acción conduce a un engrosamiento en ciertas regiones motoras relacionadas con la manipulación del joystick o el procesamiento de recompensas, las mismas que se ven involucradas en la adicción”, finalizó el especialista.
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