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Has enviado un currículum y tu perfil ha despertado el interés del equipo de recursos humanos de la empresa. Es el momento de mantener una entrevista personal. No todas las personas tenemos la habilidad de transmitir nuestros conocimientos y competencias de forma óptima. Si es tu caso, estate al tanto del contenido de este artículo. Siguiendo unas sencillas técnicas conseguirás mantener una comunicación ideal con el reclutador que será muy importante para que tu candidatura alcance el resultado esperado.

Elena Lucas ha profundizado sobre este tema en un reciente Directo en Universia: “Mucha gente tiene grandes formaciones y ha invertido mucho tiempo en desarrollar su perfil”, ha comentado. “Sin embargo, a la hora de estar delante del reclutador, les cuesta expresar todo ese conocimiento y potencial y pierden su oportunidad”. La falta de experiencia en los procesos de selección o, simplemente, la timidez, entre otros factores, pueden provocar que no seas capaz de demostrar todo tu potencial en tu exposición. ¿Qué hacer en estos casos? “No es tan importante lo que tengas que decir, sino cómo lo digas”, observa Elena Lucas.

No obstante, como siempre ocurre, existen unos sencillos trucos que pueden ayudarte a impactar de forma positiva en el reclutador en tu entrevista de trabajo, sea cual sea tu experiencia y personalidad. Vamos a verlos:




Imagen: Pexels

Estudia la oferta al detalle e irás con más seguridad a la entrevista

La redacción de la oferta de trabajo ofrece muchas claves sobre los puntos esenciales en los que debes mostrarte seguro. “En ella”, nos dice Elena Lucas “vas a encontrar adjetivos relacionados con lo que la empresa quiere”. Tenlos muy en cuenta. No estamos hablando de conceptos vinculados a conocimientos técnicos o nivel de experiencia, sino de rasgos de personalidad o competencias transversales que les interesan para el puesto.

Un ejemplo pueden ser las ofertas de las startups, que cuentan con un lenguaje mucho más cercano, ya que buscan a personas que sean proactivas, “un poco todoterrenos”, capaces de trabajar con entusiasmo y poner en marcha diferentes elementos en compañías que están en pleno crecimiento. Saber qué quiere de ti la empresa y el tono que utiliza te ayudará a sentirte más seguro en el momento de la conversación.

Es importante que lo que digas aporte valor

Es posible que seas una persona parca en palabras o, al contrario, que tu chorro de conversación jamás se detenga. Responder de forma muy vaga y breve puede resultar cortante. Del mismo modo, extenderse sin sentido en la contestación puede generar en el reclutador la sensación de recibir un mensaje vacío. Una buena fórmula es establecer previamente cuáles son las palabras clave que podrían estar vinculadas a la oferta de empleo y que pueden salir en la entrevista. Lo importante es que todo lo que digas aporte valor. Además, trata de crear un ambiente agradable para el entrevistador y evitar que este se sienta incómodo. Todo ello, manteniendo tu personalidad, que todo salga natural.

El lenguaje no verbal también dice mucho de ti

El movimiento de tus manos cuando hablas es capaz de determinar tu pasión, también de señalar si eres una persona tímida o no. En función del puesto al que optes, los reclutadores encontrarán en tus gestos señales sobre cómo te vas a desenvolver en el día a día o cuál es tu actitud. Demostrar entusiasmo es esencial para generar una imagen positiva de ti como candidato. Y ello se consigue no solo con palabras, sino con los gestos.

Investiga la cultura de la empresa

En la página web de la compañía puedes encontrar información relevante sobre cuáles son los valores y las actividades de la empresa. “Si ves, por ejemplo, que la empresa valora el concepto social y colaborativo y tú has hecho un voluntariado, incorpóralo en la entrevista”, aconseja Elena Lucas.

Y es que, conociendo la empresa, también puedes llevar la charla hacia aquellos aspectos en los que te sientes más seguro. No dudes en destacar algún rasgo de tu personalidad, alguna colaboración o cualquier aspecto reseñable de tu trayectoria formativa o profesional que esté relacionado con la cultura de la compañía en la que deseas trabajar.

Expresa tus motivaciones profesionales

Esto es especialmente importante para el talento junior. Si no tienes experiencia, la empresa lo que desea saber es por qué quieres entrar en esa compañía y de qué modo quieres crecer en ella. Desde su experiencia como reclutadora, Elena Lucas señala que en sus entrevistas siempre se hace a sí misma una pregunta: “si querría estar ocho horas con el candidato trabajando conmigo en la empresa”. Las compañías invierten dinero en la formación y la adquisición de conocimientos de los perfiles junior, por lo que quieren saber cuáles son sus motivaciones y su deseo de crecer en esa misma empresa.

Demuestra tu deseo de aprendizaje

La flexibilidad es básica, hoy más que nunca, ya que en un entorno cambiante hay que adaptarse a nuevas situaciones. Para ello también es importante ser capaz de comunicarse de manera sincera, no solo aceptar lo que te dicen, sino señalar aquellas cosas con las que no estás de acuerdo. Y en todo ello se queda englobado en la proactividad. En esa entrevista personal es básico que, sobre todo, demuestres tus ganas de aprender, de hacer cosas nuevas y tener ilusión por ellas.

Conseguir un trabajo es un proceso lleno de matices en el que tendrás que demostrar diferentes habilidades. Sin duda, algunas las tendrás más desarrolladas y otras menos. Pero no permitas que nada te frene. Si revelas interés, atención y te manifiestas proactivo tendrás mucho más cerca el verdadero objetivo final: que el puesto sea tuyo.

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