Por Universia
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La destrucción de empleo es una de las principales razones por las que la inteligencia artificial se mira con miedo y desconfianza.
¿Qué otras paradojas de la inteligencia artificial se extienden por desconocimiento o una mala comprensión de en qué se basa esta innovación?
Los expertos aclaran que aún estamos lejos de que las máquinas estén dotadas de la inteligencia y capacidades que definen a los humanos.
Los debates en torno a la inteligencia artificial, su desarrollo y aplicaciones no para de crecer día a día y de generar más incertidumbre que luz sobre el tema.
Según algunos expertos y científicos, parte de este error se debe a que realmente, gran parte de la sociedad no comprende realmente lo que es la inteligencia artificial, lo que permite hacer y las verdaderas aplicaciones que se están llevando a cabo.
Este desconocimiento conduce a alimentar la incertidumbre y, con ello, a generar más temor y desconfianza sobre la inteligencia artificial y que es la tecnología que hará peligrar el empleo y utilidad de miles de profesionales y humanos.
Las actuales noticias relacionadas con la inteligencia no ayudan a disipar este alarmismo, sino todo lo contrario, porque lo alimentan. Y esto se debe a que la mayoría de publicaciones relacionadas con esta innovación se basa en suposiciones e hipótesis de posibles aplicaciones de la inteligencia artificial, pero no en hechos reales y verificables.
Contrariedades que dificultan la comprensión sobre la IA
Uno de los primeros errores en torno a la idea de la inteligencia artificial es que no tenemos claro que no es lo mismo decir que una máquina es inteligente, a que se comporta de una forma inteligente.
Es decir, que la IA está dotando a las máquinas de la capacidad de analizar datos y relacionarlos a una escala imposible para el hombre, pero esto no quiere decir que la máquina sea consciente de esto, de por qué lo hace y de para qué sirve lo que hace.
Por tanto, que digamos que una máquina actúa y nos facilita la vida, gracias a la inteligencia artificial, no quiere decir que sea capaz de pensar por sí misma, ni que pueda usar su conocimiento de forma flexible.
Lo que ocurre es que estas dos últimas ideas, es algo que muchos científicos pretenden lograr con la IA y que se emplea para predecir el futuro de esta, pero hay que tener en cuenta que estas ideas llevan vigentes desde los años 60 y el comienzo de la automatización.
Por tanto, frente al alarmismo, las Humanidades o las capacidades propias de los humanos como la creatividad o la lógica demuestran que la destrucción de empleo por causa de la inteligencia artificial está aún lejos.
Esto no hay que confundirlo con el desarrollo de una de las ramas de la IA más extendidas, que permite dar conocimiento a las máquinas, y que esto se ha conseguido gracias a los avances en deep learning.
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