Por Universia
La defensa del medio ambiente es una necesidad global. Pero, además, hoy ofrece una extraordinaria oportunidad laboral, que ha abierto el campo a nuevas especializaciones. Nos centramos en una de ellas: los expertos en diseño de producto sostenible. Te contamos a qué se dedican.
La ONU ha declarado los años que van desde 2021 a 2030 como la Década de la Restauración. El objetivo es claro: proteger y regenerar los ecosistemas, tratando de paliar los efectos del cambio climático y entendiendo que formamos parte de un sistema global, en el que todo está de algún modo intercontectado.
La Unión Europea también ha puesto en marcha medidas orientadas al diseño de producto sostenible que han supuesto un beneficio muy significativo. Según datos de la institución, el impacto de las medidas puestas en marcha por la UE en relación al diseño sostenible ahorró 120 000 millones de euros en gasto energético para los consumidores de la UE y ha tenido un importante provecho para las empresas, ciudadanos y el medio ambiente. En paralelo ha abierto nuevos puestos de trabajo en el mercado laboral.
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¿De qué hablamos cuando lo hacemos de diseño de producto sostenible?
Según asegura Greenpeace, hoy usamos un 50% más de recursos naturales que hace treinta años. Esto supone un riesgo considerable para todo el planeta. Potenciar el diseño de producto sostenible es una fórmula que puede contribuir a reducir ese riesgo al tiempo que se crean nuevos puestos de trabajo.
La filosofía del diseño de productos sostenibles busca alargar la vida útil de los productos, Para ello rechaza el principio de adquirir, utilizar y tirar el artículo comprado tal y como propone el sistema tradicional. En el desarrollo sostenible es esencial la posibilidad de reutilizar los materiales que forman parte de los productos que se desechan, dándole una nueva vida. Además, todas las fases de vida del artículo, desde la producción a la distribución y el consumo han de estar alineados con la defensa del medio ambiente.
¿Cómo se consigue esto? Los diseñadores de productos sostenibles han de respetar los siguientes principios:
- Utilización de materiales biodegradables y que sean sencillos de reciclar o reutilizar.
- Condiciones que permitan reducir la emisión de CO2 durante la distribución. En este sentido, disminuir el tamaño de los artículos permite optimizar el traslado de los mismos.
- Multifuncional. Contar con diversidad de usos es otro de los aspectos clave para que un producto pueda ser considerado sostenible.
- La importancia de la tecnología. La innovación es la mejor aliada para conseguir desarrollar un producto sostenible, con bajo o nulo impacto en el medio ambiente. Los ingenieros y diferentes perfiles STEM son los especialistas encargados de activar esta tecnología innovadora que ayude a conseguirlo.
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Todo ello queda resumido en la conocida como regla de los 4R, que define el modelo que deben conseguir poner en marcha los expertos en diseño sostenible.
- Reducir. Energías ecológicas en la movilidad, envases sostenibles o un almacenaje que evite, en la medida de lo posible, generar desechos contaminantes. El objetivo es reducir al máximo los recursos que se utilizan en todo el proceso de vida de un producto.
- Reciclar. Para conseguirlo es necesario el compromiso del consumidor cuando desecha el producto y que este haya sido realizado con materiales sostenibles, lo que permite que el residuo vaya a ser también reciclable.
- Reutilizar. La evolución del reciclaje, que permite que, cuando el producto cumpla su función, pueda tener una nueva vida útil.
- Recuperar. En este caso se encuentra más relacionado con los procesos industriales que faciliten que los materiales puedan ser usados como nuevas materias primas. Un ejemplo está en la posibilidad de recuperar los plásticos mediante procesos en los que la tecnología desempeña un papel principal.
¿Qué hace un especialista en productos de diseño sostenible?
La llamada economía verde necesita cada vez más perfiles, capaces de establecer medidas que permitan que los productos sean sostenibles y que, además, sean rentables. El especialista en este campo encuentra en la sostenibilidad un requisito tan importante para el desarrollo del producto como otros como el coste, la seguridad, su función o la calidad.
En su labor debe ser capaz de identificar los aspectos que determinan el impacto ambiental en todo el ciclo de vida, desde la producción del material hasta el transporte o la posibilidad de reutilizarlo o reciclarlo una vez que haya sido desechado.
La transformación digital es un aspecto clave en el desarrollo de esta profesión, La llamada Industria 4.0, concepto que recoge los procesos de producción del futuro. El dominio de la tecnología por estos trabajadores es esencial para conseguir que toda la cadena de valor del producto pueda resultar sostenible. Para ello es necesario poner en marcha diversas estrategias que faciliten que el impacto medioambiental se optimice.
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Optimización de la producción y distribución
Los especialistas deben contar con los conocimientos necesarios para saber cómo minimizar el impacto ecológico. ¿De qué manera? Estableciendo nuevas técnicas de producción, reduciendo el consumo de energía en las diferentes fases del proceso o seleccionando materiales eficientes que puedan ser reutilizados o reciclados. Además, han de ser capaces de hacer uso de la tecnología para desarrollar embalajes más ligeros, sistemas de transporte más eficaces y combustibles de bajo impacto. Todo ello sin que el producto pierda calidad ni suponga un coste excesivo.
Rebajar el impacto de uso
Cualquier producto tiene un impacto sobre el entorno cuando se usa. Los especialistas en diseño sostenible persiguen que este se reduzca a la mínima expresión en relación con el medio ambiente. La durabilidad es un aspecto clave, sobre todo en aquellos artículos que resultan difíciles de reutilizar o reciclar por sus características. También es importante que resulten fiables, que el usuario no se vea obligado a tener que adquirir un producto similar a causa de su mal funcionamiento.
Instituciones, empresas y ciudadanos coinciden en la necesidad de activar acciones que beneficien la sostenibilidad y reduzcan el impacto medioambiental de la actividad humana, sin renunciar a la calidad y a la productividad. Tal demanda se ha convertido también en una oportunidad laboral con un gran futuro por delante. Los especialistas en diseño de producto sostenible son clave en este modelo que busca mejorar al conjunto de la sociedad y garantizar el bienestar de las generaciones futuras.
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