Por Universia


Si la pandemia hubiera surgido apenas diez años antes, el número de puestos de trabajo desaparecidos y de empresas que se hubieran obligado a cerrar habría sido mucho mayor. Los avances tecnológicos permitieron desarrollar una modalidad de empleo que hace una década era casi impensable y que mitigó los efectos económicos: el teletrabajo. De los cambios que se han producido tras su implantación y cómo afecta a los procesos de selección hemos hablado en nuestro último Directo en Instagram.
 

Pese a la situación imprevista y la poca preparación de muchas empresas, el trabajo en remoto fue una solución útil de la que se obtuvieron muchos aprendizajes. Tras la experiencia vivida en la época del confinamiento, con el regreso de la presencialidad muchas compañías optaron por mantener un trabajo remoto o híbrido. Y lo que no es menos importante, una parte importante de los trabajadores comenzaron a exigir poder trabajar desde donde quisieran. ¿Qué cambios ha supuesto esto para los procesos de selección?

Es importante señalar que, antes de llegar al punto óptimo, se ha vivido un proceso para adaptarse a la modalidad de teletrabajo. Un estudio desarrollado por WFH Research (Working Arrangements and Attitudes) señalaba que, desde enero a diciembre de 2021, la productividad de los trabajadores había incrementado en un 3%. Cada vez nos sentimos más cómodos trabajando fuera de la oficina y el aprendizaje de las nuevas tecnologías ha sido un punto clave para ello.

Y una vez realizado este proceso de aprendizaje, son muchas las personas que desean mantener el trabajo en remoto. Las estadísticas indican que un porcentaje muy importante de la población más joven considera fundamental la flexibilidad en un puesto para apostar por él. ¿Cómo están reaccionando las empresas ante dicha situación? ¿Cómo se puede tratar en un proceso de selección este deseo? Eduardo Morón, de Fundación Universia, y las especialistas en recursos humanos Carla Lazo, de Un café con RRHH, y Mariela Salinas, de Recursos Humanos para Ti, han profundizado en ello, y en mucho más, en el último Directo emitido en el Instagram de Universia.

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¿Cómo preparar un proceso a través de canales virtuales?

Los procesos de selección a distancia están plenamente implantados hoy en día. La dinámica habitual suele ser muy similar. Todo comienza con la aplicación a una oferta de empleo y, en caso de que a la empresa le interese tu perfil, el primer contacto se dará bien mediante mail bien por una llamada telefónica. Será en ese momento cuando te convoquen a una entrevista por videollamada. Zoom, Teams y Skype suelen ser las herramientas más utilizadas. Para prepararlas has de tener en cuenta diversos aspectos para que todo vaya bien:

Estúdiate la oferta de empleo y la empresa. “Es fundamental prepararse la entrevista como si fuera a ser en persona”, señala Carla Lazo. Sobre todo, “informarse bien de la empresa”, recomienda Lazo. El reclutador tendrá muy en cuenta el interés que te hayas tomado en investigar sobre la compañía y la posición y observar tu grado de motivación.

Comprueba todos los aspectos técnicos. Date un tiempo para hacer una valoración de que nada va a fallar durante la entrevista. Confirma que la conexión a Internet es la ideal, revisa que te has descargado la plataforma, cerciórate de que no hay ningún fallo en la cámara y el audio.

Pon atención al entorno. Es probable que realices la entrevista desde tu propio hogar. Elige un fondo lo más neutro posible, encuádrate bien en la pantalla y ten especial cuidado en no situarte en un lugar de paso por el que puedan aparecer personas que distraigan la atención. “Es importante cuidar mucho dónde estamos de modo que toda la atención se concentre en nosotros”, señala Mariela Salinas.

Sé honesto y natural. Como en cualquier entrevista de trabajo, el reclutador va a valorar tu capacidad de comunicación y las soft skills que demuestras en tus respuestas. La ausencia de presencialidad puede implicar un pequeño sobreesfuerzo para conseguir trasladar los rasgos principales de tu personalidad y tu capacidad de adaptarte al entorno de trabajo. La naturalidad se valora de forma muy positiva, así como la sinceridad. Aunque no estés físicamente con el reclutador, estás en el momento de mostrar tu interés preguntando sobre la empresa y el puesto al que aplicas.

¿Quieres que tu trabajo sea en remoto? Comunícalo en la entrevista

Hoy en día, el 18% de los trabajos en el mundo son totalmente en remoto y el modelo híbrido se han incrementado sustancialmente. Para algunas personas, sobre todo los más jóvenes, poder desarrollar su labor desde cualquier lugar en el mundo es uno de los aspectos fundamentales para apostar por un puesto de trabajo. Si es algo que exiges a un empleo y el sector en el que estás especializado lo hace posible, es importante que lo dejes claro desde el primer momento.

“Hoy LinkedIn y otras plataformas indican en las ofertas si es una oferta presencial, híbrida o remoto”, señala Carla Lazo. Por lo tanto, el primer paso es buscar las ofertas que se adaptan al modelo que deseas. Teniendo en cuenta, claro está, que hay posiciones en las que no existe la posibilidad de teletrabajo por la necesidad de estar en contacto directo y presencial con el cliente. Ante estas situaciones, “cuanto antes se pregunte en la entrevista cuál es la modalidad, mejor”, indica Mariela Salinas. De este modo “no se hará perder el tiempo ni al candidato ni al departamento de recursos humanos”.

En el caso de los perfiles con discapacidad, el teletrabajo puede tener especiales ventajas “sobre todo si es una discapacidad física”, comenta Eduardo Morón, ya que “permite que el trabajador se autorregule”. Sin embargo, existe un amplio abanico de discapacidades y “las visuales o auditivas” pueden tener más dificultades en los procesos de comunicación, aunque “las tecnologías en remoto están avanzando en este sentido”.

El teletrabajo se ha implantado con fuerza en el mercado laboral y genera unas oportunidades muy grandes, pero también una serie de retos que hay que saber superar. Dominar la tecnología y ser consciente de las necesidades de presencialidad o no que hay en cada sector es esencial para aprovechar sus ventajas sin que la productividad, el aprendizaje y el trabajo en equipo se vean afectados.

 

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