El currículum vitae es la puerta de entrada a la empresa, el primer acercamiento para llamar la atención del posible reclutador. Su interés tendrá mucho que ver, por supuesto, con la formación y experiencia que describes. Pero siempre hay un plus que puede diferenciarte de otros candidatos. E igualmente importante es que evites algunos errores que pueden penalizarte. ¡Vamos a verlo!
Los estudios señalan que, de media, un reclutador gasta seis segundos en revisar cada currículum que recibe. Si en ese escaso tiempo lo que ve le provoca un impacto negativo, rápidamente descartará tu CV. Y, al contrario, si algo le llama la atención de forma positiva en un primer golpe de vista, es muy probable que, aunque no coincidan totalmente tus características con los requisitos del puesto, es bastante probable que tu currículum siga adelante en el proceso de selección.
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Qué características debe tener un currículum perfecto
Para responder esta pregunta vamos a basarnos en un modelo de éxito. Te presentamos a Katie Simon. Es una joven estadounidense que, recién graduada, consiguió llamar la atención de alrededor de una veintena de las más poderosas empresas y startups de Estados Unidos. ¿Cómo? Elaborando un currículum que tenía todo lo que los reclutadores demandan. Google, Spotify, Buzzfeed o eBay, entre otras, llamaron a sus puertas; querían que Katie trabajase con ellas. ¿Por qué? Simplemente porque les gustó lo que vieron en su CV.
Pero, ¿qué tenía ese currículum para llamar la atención de aquellas grandes empresas? ¿Qué aspectos son básicos para que puedas conseguir tú un resultado similar?
- Funcionar como guía. Plantéate en qué aspectos destacas más, qué preguntas te gustaría que te hicieran y distribúyelos de forma que el CV sea un relato de tu trayectoria, de ti mismo. No lo olvides: el currículum será el guion que siga el reclutador en buena parte de la entrevista de trabajo.
- La importancia de la concisión y la claridad. Los CV largos no dan buenos resultados. Prioriza lo básico y trata de que su extensión no sea superior a un folio. Evita una redacción engorrosa. Utiliza las palabras clave que definan lo que has hecho.
- Prioriza los resultados. Todos los casos de éxito que hayas tenido en tu carrera profesional o en tu formación son bienvenidos en un currículum. Las empresas quieren ejemplos de tu buen desempeño. Y, por supuesto, si puedes demostrarlos con datos objetivos, mucho mejor. ¿Y si aún no has tenido una experiencia profesional? Utiliza logros personales. Un ejemplo: gracias a la puesta en funcionamiento de una estrategia en tus propias redes sociales, has conseguido subir tus seguidores o interacciones en un porcentaje significativo.
- Incluye algo extravagante. Simon tiene claro lo importante que es llamar la atención en esos seis segundos en que “te van a leer”. Agrega algo raro, que te diferencie de otros candidatos, y que demuestre una actitud positiva, tu capacidad de liderazgo, tu creatividad.
- Introduce proyectos personales. Siempre tiene un valor añadido indicar iniciativas de tu vida personal, de tus estudios, que hayan tenido un impacto positivo en el entorno.
- Personaliza el currículum en función de la empresa. Cualquier detalle que incluyas que demuestre que ese CV es único, que está desarrollado ex profeso para la empresa a la que aplicas, será un importante punto a tu favor.
- Prioriza tus últimas experiencias. Esto es útil sobre todo para los profesionales con largas trayectorias. Suprime aquellas experiencias profesionales antiguas con poca relación con el puesto al que aplicas.
- Facilita que los reclutadores accedan a información complementaria. ¿Y esto cómo lo podemos hacer? Incluyendo nuestras redes sociales, donde la empresa podrá complementar los datos del CV si lo considera necesario. Por supuesto, LinkedIn resulta fundamental. Pero si consideras que tu TikTok o tu Instagram es atractivo y ofrece datos de valor sobre tu creatividad o si tu Twitter va a ayudar a guiar a la empresa sobre la forma que tienes de comunicarte, no dudes en incluirlo.
¡Cuidado! Puntos que debes evitar en un CV
Tan importante como lo que debemos poner en un currículum perfecto es aquello que debemos evitar. Existen fallos que se pueden subsanar de forma sencilla y que pueden hacer que un reclutador descarte tu currículum sin tener en cuenta lo que pone en él. Veamos cuáles son los más habituales:
- Formato visual inadecuado. Es importante ser creativo… pero sin exagerar. Si decides apostar por un formato diferente, ten siempre en cuenta que la prioridad es que resalte el contenido. El diseño es el lienzo, pero en ningún caso puede impedir que se vea lo que de verdad importa: el contenido del cuadro.
- Errores ortográficos o gramaticales. Las faltas de ortografía penalizan… y mucho. Son un síntoma de falta de atención que tendrá consecuencias muy negativas. Procura también que las construcciones de las frases sean concordantes y que se entienda lo que quieres decir de forma clara y sencilla.
- Foto inapropiada. Si decides incluir la fotografía en tu currículum, utiliza una que sea neutra, preferiblemente sin fondo ni posturas forzadas. Y, por supuesto, que sea actual.
- Irse por las ramas. La concreción, como hemos visto, es una parte esencial en un currículum. Extendernos e incluir experiencias que nada aportan para la candidatura generará en el reclutador la sensación de poca eficacia.
- Ofrecer datos falsos. No trates de incorporar conocimientos que no posees solo porque los demande el puesto de trabajo. Es fácil caer en incongruencias que harán que te descarten rápidamente. E, incluso, aunque tu CV pase el corte, en cuanto llegues a la entrevista personal se descubrirán tus embustes. Habrá sido una pérdida de tiempo tanto para el reclutador como para ti y en caso de que, en un futuro, necesiten un perfil como el tuyo, no te llamarán.
- Cuidado con las redes sociales. En un currículum solo tienes que señalar los elementos que puedan ser relevantes para el puesto. Es cierto que tus redes sociales pueden ofrecer datos muy valiosos sobre competencias transversales. Pero no lo es menos que si compartes tu perfil de las redes que solo usas para tus relaciones personales y ocio, no ofrecerán ningún valor añadido.
Estructura ideal de un CV
Los consejos que veíamos de Katie Simon te pueden servir de inspiración para establecer el contenido que incluyes en el currículum. Pero para que este alcance al reclutador en la medida que necesitamos es fundamental que cuente con una estructura precisa y en el que de un golpe de vista se pueda valorar tu trayectoria.
Por regla general, un currículum en papel sigue la siguiente estructura, desde la parte superior a la inferior:
- Datos personales e información de contacto. Además de los datos básicos, en esta sección puedes incluir el enlace a tu perfil de LinkedIn.
- Pequeña descripción. En un breve párrafo, descríbete como profesional e introduce tus puntos fuertes.
- Trayectoria laboral. Sigue el orden cronológico, desde la más reciente a la más antigua, descartando aquellas que no ofrezcan información relevante para el puesto en que te postulas.
- Formación. Al igual que la anterior, empezando por la más reciente. En este caso es importante destacar aquellos másteres, bootcamps o formaciones especializadas que te diferencien respecto a otros candidatos por su vinculación al puesto. También son relevantes los estudios de grado, Formación Profesional o similar que sean la base de tus conocimientos a partir de los cuales te has especializado.
- Habilidades técnicas. Resalta las herramientas o tecnologías que conoces y tu nivel en las mismas. Esto es importante en todo tipo de trabajos, pero especialmente en los más técnicos.
- Soft skills. Las habilidades blandas adquieren cada vez más importancia, ya que revelan de qué modo tus competencias te ayudarán en el día a día de tu profesión. Si eres un as trabajando en equipo, crees que tu creatividad llama la atención o tu capacidad de resolver problemas es conocida por todo tu entorno, no dejes de señalarlo.
- Idiomas. Otro punto imprescindible para muchos trabajos. Dominar el inglés es clave. Si además, te manejas bien en otros idiomas, tendrás muchos puntos ganados.
Ten en cuenta que no estamos hablando de una estructura inamovible. Si existe un aspecto que resalta en la oferta de empleo, destácalo. En cualquier caso, siempre puedes utilizar la parte dedicada a tu descripción para recalcar esa parte. Y por si te queda alguna duda, aquí te profundizamos en la estructura que debe tener un currículum perfecto.
Otros tipos de currículum
Existen tantos currículum como personas, no cabe duda. Cada uno tiene su experiencia, su trayectoria y hasta su forma de contarlo. Pero en función de la estructura y del formato nos encontramos con distintos tipos con características coincidentes. Lo ideal, ya lo hemos dicho, es adaptarlo a cada oferta de empleo.
En el punto anterior, nos hemos referido a una estructura coincidente con el currículum cronológico inverso. Se trata del más habitual y al que se refería Katie Simon al comienzo de este artículo. Se describe la trayectoria comenzando por la última experiencia y así hasta llegar a la más lejana el el tiempo. Posteriormente, se incluyen habilidades, idiomas y otros conocimientos.
Pero, pese a que este es el más utilizado, existen otros tipos de currículum vitae.
- Currículum cronológico funcional. En este caso se trata de un modelo en el que las posiciones ocupadas tienen más importancia que la cronología. Es decir, se aúnan en un apartado los puestos de “director”, en otro los de “coordinador”...
- Currículum mixto. Una mezcla del funcional y del cronológico inverso. Se trata de usar la estructura de un currículum funcional y dentro de cada apartado establecer un orden cronológico.
- Currículum creativo. Se trata de una opción especialmente valiosa para los profesionales cuya labor tiene un componente creativo. Hay ciertos sectores en los que este formato es ideal, como el diseño gráfico o el mundo del arte en general. Ahora bien, es importante que el componente artístico no deje en segundo plano la parte esencial del currículum, es decir, sus datos, sus contenidos.
- Nuevos tipos de currículum. Los avances tecnológicos, la extensión de las redes sociales, la popularización del formato vídeo… Todos estos elementos han provocado que en los últimos años hayan surgido nuevos tipos de currículum. Te detallamos alguno de ellos:
- Web profesionales. Se trata de un currículum ampliado en el que se incluyen más detalles que en los CV tradicionales. Es especialmente interesante para aquellos trabajos en los que el componente visual tiene importancia. Permite, además de describir la formación y trayectoria, incluir los proyectos que se han desarrollado y mostrar la creatividad. Una opción magnífica, por ejemplo, para un diseñador web.
- Videobook. El consumo de contenidos audiovisuales en Internet lleva años creciendo como la espuma. Y, cada vez más, el formato vídeo se impone en todos los aspectos de la vida digital. También en los currículums. Una presentación de la trayectoria en vídeo permite mostrar al reclutador, además, algunas competencias básicas para cualquier trabajo como la capacidad de comunicación.
Tu currículum es la primera presentación como candidato en la empresa en la que quieres trabajar. Lograr generar con él un impacto positivo en el reclutador es el primer paso para lograr seguir en el proceso de selección. Haz el mejor uso de esta herramienta básica y… ¡mucha suerte en tu búsqueda de empleo!
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