Por: Uni>ersia
Preparar con antelación una entrevista es algo fundamental si quieres superarla con éxito. Sobre todo ciertas preguntas que puedes entrenar, como por ejemplo tus defectos. Te contamos qué hacer para triunfar aunque expongas algunas de tus debilidades en una entrevista.
- Acudir a una entrevista sin haberla preparado a conciencia previamente es correr un riesgo innecesario.
- Tu lenguaje corporal puede decir mucho sobre ti, aprende a controlarlo.
- Evita formar parte de la lista de descartados del reclutador.
Foto: Pexels
La búsqueda de trabajo es un proceso duro y en ocasiones agotador, así que es normal que en el momento en que consigues una entrevista de trabajo los nervios te jueguen alguna mala pasada. Sin embargo, no es el momento de distraerse. Preparar con antelación ese encuentro es fundamental para maximizar tus posibilidades de conseguir un trabajo. Siempre puede producirse un rechazo, pero si te preparas a conciencia puede que haya menos opciones de que eso ocurra.
¿Por qué insistimos en que debes preparar bien una futura entrevista? Porque es el momento que estabas esperando, tu momento para dar lo mejor de ti. Debes demostrar tu profesionalidad, tu entusiasmo y cómo puedes resultar beneficioso para esa empresa. No puedes decir lo primero que se te ocurra, tienes que ser consciente de lo que estás diciendo y cómo lo estás diciendo.
¿Significa esto que tienes que callarte cualquier fallo o debilidad que tengas? En absoluto, admitir las limitaciones y los fallos es algo humano que te ayudará a ganar credibilidad y además es muy valorable para las empresas. Contar tus debilidades en una entrevista es algo, en realidad, positivo, pero, hay que saber cuáles son las que puedes admitir delante de tu entrevistador. Por ejemplo, si te preguntan por ellas evita mencionar aquellas que creas que pueden estar relacionadas con el empleo al que optas o con las responsabilidades que puedes adquirir.
No es necesario mentir ni hacer uso de fórmulas manidas o frases ya demasiado repetidas. Hay formas de admitir estos pequeños fallos de manera que no solo quede claro que eres consciente de ellos, sino que además estás haciéndoles frente y corrigiéndolos.
La experta en desarrollo profesional Heather Huhman ha hecho un listado de las 5 debilidades más comunes y que pueden jugar en tu contra si quedan expuestas. Pero además te ofrece una buena manera de salir de esta situación.
Los 5 ejemplos de defectos para decir en una entrevista más comunes
1. “Solía ser un tanto desorganizado, pero ahora, a través de esta táctica mis habilidades de planificación realmente han mejorado”
Ser organizado es una de las cualidades más valoradas por toda empresa pero los reclutadores saben que no todo el mundo puede serlo. Seguro que estás trabajando en mejorar este aspecto de tu personalidad, por eso esta respuesta es la mejor que puedes ofrecer a tu entrevistador. Eso sí, no olvides explicar a qué método de organización te refieres, resultará muy interesante para tu entrevistador saber cómo te esfuerzas por mejorar.
Podrías probar, por ejemplo, con la técnica Pomodoro: se trata de una forma de organización del tiempo en la que divides tu tiempo en espacios de 25 minutos. Durante estos 25 minutos nada puede destorbarte; tras ellos, te tomas 3-5 minutos de descanso. Y cada 4 pomodoros (cada cuatro tandas de 25 minutos) te tomas un descanso de 15-20 minutos. ¡Sencillo y práctico!
2. “Antes entregaba mis informes en la fecha límite, pero ahora he comenzado a adelantar mi trabajo”
Ser capaz de ceñirse a un calendario de entregas es algo fundamental. Por este motivo lo mejor que puedes hacer es dar una respuesta como esta. Así dejarás claro que puedes entregarlo a tiempo pero que además estás trabajando por ser más proactivo y eficiente. Te implicas en la empresa y eso siempre es muy valorable.
3. “Solía trabajar en un único proyecto cada vez, pero ahora puedo atender a múltiples tareas y obtener mejores resultados”
Actualmente son muchos los trabajos en los que se exige llevar a cabo diferentes tareas al mismo tiempo. Los empleados polifacéticos son un valor al alza. Así que, si quieres transmitir a tu entrevistador que estás trabajando para convertirte en alguien más eficiente para asumir varias responsabilidades al mismo tiempo, esta es la mejor respuesta que puedes ofrecer. Habla sobre cómo estás aprendiendo a lidiar con ello y cómo te estás esforzando por ser cada vez más competente.
4. “Antes invertía demasiado tiempo en los proyectos, pero he aprendido a confiar en mis decisiones y ser más eficiente”
Una respuesta así puede dejar claro lo mucho que te involucras en los proyectos y el objetivo de la empresa. Eres un perfeccionista y esta es la mejor forma de demostrarlo. Si además puedes contar algún ejemplo concreto en el que hacerlo haya supuesto un éxito ayudarás a que tu entrevistador se convenza más de que eres la persona adecuada.
5. “Los nuevos proyectos me entusiasmaban y sin darme cuenta me sobrecargaba. Ahora he aprendido a reconocer mis límites”
Si te preguntan por tu capacidad para asumir retos quizás esta sea la respuesta que estabas buscando. Siempre es muy valorable tener empleados que estén dispuestos a entrar en nuevos proyectos. Recuerda mencionar algún ejemplo que lo demuestre y también habla de cómo has aprendido a priorizar y a decir que no.
¿Cómo hablar de los defectos en una entrevista sin que suponga una desventaja?
Puede que tus defectos no estén entre estas 5 debilidades más comunes: por ello te damos a continuación algunos consejos para que aprendas a hablar de tus defectos sin que éstos supongan una desventaja en tu candidatura y puedas contar con seguridad tus debilidades en una entrevista:
- Nunca digas nada negativo de ti mismo si no te preguntan, ya que te mostrará como un profesional débil, crítico y con baja autoestima.
- La clave está en convertir las debilidades en fortalezas. Es cuestión de planificación y estrategia, por lo que deberás pensar en todo aquello que puedes mejorar e intentar sacar el lado positivo de la cuestión. No viene de más explicar que, aunque es uno de tus puntos débiles, no influirá en tu relación con la compañía ni en el desempeño de tu trabajo.
- Los excesos siempre son malos. Los reclutadores verán negativamente a un candidato que se cree el mejor trabajador y a uno que se infravalora demasiado. Explota ligeramente tus fortalezas, sin pasarte, y maquilla tus puntos débiles mostrando confianza en ti mismo y en tu profesionalidad.
- Es normal que nos pongamos nerviosos cuando el reclutador nos pregunta, por ejemplo, por qué dejamos nuestro último empleo -sobre todo si la relación con los jefes o compañeros no acabó de la mejor manera-. En estos casos es importante que te tomes un tiempo antes de contestar, demostrando que tienes el control de la situación.
- Piensa bien lo que vas a decir, recordando que nunca debes opinar negativamente de otra empresa o de su plantilla. En su lugar, explica lo que te ha aportado dicha experiencia y las cosas positivas que pudiste aprender a lo largo de los años y las diversas oportunidades que se han presentado ante ti. Otro truco es hablar de generalidades, obviando los aspectos más profundos, delicados y personales.
- ¿Te han despedido de tu anterior trabajo? Cuidado si la causa fue por incompatibilidades con el jefe, ya que puede ser visto de forma negativa. Prepara bien estas respuestas para que tu candidatura no se vea afectada. ¿Perdiste el trabajo por los recortes de plantilla? Di la verdad, ya que no serás el primer trabajador que ha sufrido este problema, y más aún a día de hoy. Si las causas se debieron a problemas de horarios o sueldos, maneja el asunto con delicadeza. Explica, por ejemplo, que el despido se debió a problemas de sostenibilidad con la empresa.
Más consejos sobre cómo mostrar tus debilidades al reclutador
Además de estas 5 propuestas, te aconsejamos también que tengas en cuenta los siguientes aspectos:
- Intenta hablar de debilidades que no afecten al puesto de trabajo directamente. Es decir, si tu trabajo está relacionado con la organización, ya sea de equipos o de tareas, no digas que hasta ahora tenías problemas en este ámbito.
- Muy importante: no hables de tu defecto sin explicar la solución que estás llevando a cabo. Además, es muy probable que te pregunten cómo estás trabajando para mejorar esa situación.
- Olvida el típico “soy demasiado perfeccionista”, está ya muy escuchado y los reclutadores también conocen las típicas respuestas preparadas.
- Intenta no ser radical en tus respuestas. Es decir, procura no decir “siempre hago…” o “nunca digo….” y sustituye estas expresiones por “a veces tiendo a…”, “creo que puedo fallar en…”, “mis compañeros me consideran…”
- Pon en práctica tu empatía. Ponte en el lugar del entrevistador y piensa en cómo te sentirías si estás ante alguien que solo tiene elogios para sí mismo.
- Sí, prepara tu entrevista, pero que no se vea un guión que te sabes de memoria. Sé tú mismo, habla con franqueza, sinceridad y honestidad.
Análisis DAFO: cómo puede ayudarte esta técnica a explicar tus debilidades en una entrevista
El análisis DAFO puede resultarte muy útil para conocer tus puntos fuertes y débiles:
Fortalezas
En este apartado pon todo lo que creas conveniente que haces bien en el área en la que trabajas. ¿Qué fue lo que te impulsó a estudiar dicha profesión? ¿Qué factores te motivaron e influyeron? ¿A qué atribuyes tu éxito? No olvides todas tus virtudes personales y soft skills: constancia, habilidades creativas, empatía, trabajo en equipo, capacidad comunicativa, etc.
Debilidades
Ésta es el área en la que necesitarás cavar más hondo. Comienza con tus habilidades profesionales y haz un listado de aquellas áreas que podrían ser percibidas como dificultades u obstáculos.
Piensa en los objetivos que has desarrollado con vistas a tu inminente giro profesional: ¿te falta alguna herramienta en tu "kit de búsqueda de empleo"? En el plano personal, ¿qué puntos débiles crees que podrían tener un impacto en tu carrera profesional? ¿Tienes un equilibrio emocional adecuado? ¿Existe algún "asunto candente" que esté obstaculizando tu progresión profesional?
Oportunidades y amenazas
Éstas son las dos caras del mismo asunto: tu futuro. Por una parte, es una realidad que se están desarrollando enormes oportunidades en el campo de la ciencia y los negocios. ¿Qué suponen éstas para ti? Haz un listado de todas las oportunidades que podrías tener.
En la otra cara de la moneda, ¿existen posibles amenazas a tu futura elección de carrera profesional debido a algún incidente o desarrollo potencial? ¿Está superpoblado el mercado laboral en tu campo?
Si no creías que la preparación para una entrevista fuera fundamental seguro que ahora lo haces. Puedes (y si te preguntan, debes) contar tus debilidades en una entrevista, solo recuerda que tienes que tener en cuenta qué preguntas pueden hacerte o cómo debes contestarlas, sin olvidar el lenguaje corporal también puede ser tu peor enemigo, así que trabaja también en ello. Asegúrate de que tu próxima entrevista de trabajo sea un éxito.
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