La enorme variedad de estudios posibles hace que la elección sea un reto para las personas que no tengan claro al 100% a qué se quieren dedicar en el futuro. Si ese es tu caso, te contamos qué opciones puedes barajar y cómo encontrar los estudios que hacen match contigo.
La vocación es algo que todos tenemos dentro, pero que, a veces, no conseguimos identificar. Es esa inclinación que sentimos en el interior para dedicarnos a una cosa en específico, ya sea como forma de vida o como trabajo.
No es algo caprichoso, como cuando un niño dice que de mayor quiere ser bombero, y al día siguiente panadero. Es una pulsación fuerte que nos guía, aunque a veces la vocación queda enterrada debajo de la presión social, del qué se espera de nosotros, o se relega a un segundo plano por estudiar algo «que tiene muchas salidas».
Si es tu caso, si no identificas tu verdadera vocación, puede ser que necesites la ayuda de un profesional que te ayude. Necesitas orientación vocacional.
¿Cómo saber cuál es tu vocación?
La orientación vocacional es un proceso cuyo objetivo es identificar carreras, campos y proyectos de investigación que estén en sintonía contigo. Esto significa que sea de tu agrado, que se adapten a tu manera de ser (a tu personalidad), a tus motivaciones y aspiraciones de futuro. En una palabra, a tus inquietudes.
A veces no es sencillo desenterrar esa vocación. Los motivos son muy diversos, por ejemplo, que no conozcas determinadas carreras o grados que sería perfectos para ti, porque crees que están fuera de tu alcance, o por las razones que comentamos anteriormente (la presión social y familiar puede ser decisiva).
Gracias a un orientador vocacional te podrás conocer mejor a ti mismo, y así saber qué objetivos quieres perseguir a corto y a largo plazo. Además, conocerás los estudios que mejor encajan con ese perfil que tienes.
Por otro lado, un orientador vocacional te va a ayudar en muchos aspectos, porque no sólo te proporcionará información sobre las salidas laborales de los estudios en la actualidad, sino que analizará tus limitaciones para acceder a esos estudios, te dará herramientas para profundizar en tu autodescubrimiento y, sobre todo, te asesorará sobre qué campos de estudio o trabajo encajan mejor con tu perfil.
¿Cómo elegir una carrera?
La orientación vocacional te va a ayudar a tener presente un conjunto de opciones de carreras y estudios, más o menos extenso, que encajan contigo. Ahora llega el momento de la decisión, es decir, te toca elegir carrera.
¿Cómo puedes hacerlo de manera que estés lo más seguro posible de que has tomado la decisión adecuada? Aquí, además, entran en juego factores externos a ti, no lo olvides, aunque si la orientación ha sido realmente buena, ya se habrán tenido en cuenta. Te damos unos consejos:
1) Ve a por lo que de verdad te apasiona. No dejes pasar la oportunidad de estudiar lo que realmente deseas, porque tu motivación para hacerlo bien será enorme. Lo contrario, elegir algo que no te llena, te puede frustrar a medio plazo.
2) Enumera tus habilidades. Si ya has pasado por la etapa de orientación vocacional o académica, pasa al siguiente punto. Si no, haz una lista de tus habilidades. De todas.
3) ¿Cuáles son tus metas? Tener claro este punto es fundamental para lograr una motivación a prueba de bombas.
4) Ten en cuenta tus recursos económicos, no sólo los privados (tu familia, los ingresos que tú puedas generar para costear los estudios…), sino los programas de becas a todos los niveles a los que puedes optar. Esto es decisivo para conocer dónde y cómo puedes estudiar.
5) Elegir una carrera únicamente por las «salidas» es un error. También lo es fijarse en los salarios actuales, que pueden ser muy elevados, pero en cuestión de 5 o 10 años caer en picado.
6) Infórmate en profundidad. Tienes a tu disposición las páginas web de las diferentes universidades y facultades, que cuentan con toda la información posible sobre planes de estudios, orientación laboral, los diferentes itinerarios y un sinfín de temas más. También encontrarás opciones de especialización.
7) ¡No te tortures! ¿No has logrado cumplir tu sueño y estudiar tu verdadera vocación? ¿Te has dado cuenta de que tu decisión fue equivocada? Puede que te frustre esa sensación, pero piensa que todo tiene solución. Cambiar de carrera, además, no es una derrota, sino una inversión en tu futuro. Sé flexible contigo mismo.
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