Orientación para el Empleo
Uno de los aspectos que más nos preocupa es la Inteligencia artificial y empleo o el futuro del trabajo con la IA. En este artículos vamos a dar luz al impacto de la IA en el empleo, principalmente veremos cómo nos vemos afectados profesionalmente por la inteligencia artificial, si está tu puesto de trabajo en peligro, cómo puedes servirte de la inteligencia artificial para ser mejor profesional y ganar en competitividad.
Hace menos de 5 años veíamos el avance de la tecnología a un ritmo que nos permitía adaptarnos paulatinamente, pero en un abrir y cerrar de ojos la pandemia cambió drásticamente nuestra manera de trabajar y nos dimos cuenta de los beneficios del trabajo remoto y la tecnología que estábamos desaprovechando. Poco a poco fuimos “regresando a la normalidad” pero ésta nunca regresó tal y como la conocíamos, pues al poco tiempo apareció, casi de qué manera disruptiva para muchos, la Inteligencia Artificial.
Si bien estamos apenas en un proceso de adaptación, no hay duda de que estamos avanzando muy rápidamente ¿quizás por lo vivido durante la pandemia donde no tuvimos mucha opción? Quién sabe, lo cierto es que, refiriéndonos a esta nueva era de IA, nunca había sido más clara la frase de “vino para quedarse”.
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¿Qué significa la inteligencia artificial en el trabajo?
Comencemos por el principio entendiendo qué es la IA y cómo funciona.
De acuerdo a un artículo presentado en la web de IBM señalan que la inteligencia artificial es un campo que combina la informática y conjuntos de datos para permitir la resolución de problemas. Es, a fin de cuentas, la simulación de procesos de inteligencia humana mediante máquinas, especialmente sistemas informáticos. La mayoría de los ejemplos de inteligencia artificial que conocemos hoy en día – desde computadoras que juegan ajedrez hasta automóviles de conducción autónoma – recurren mayormente al aprendizaje profundo y al procesamiento del lenguaje natural. Empleando estas tecnologías, las computadoras pueden ser entrenadas para realizar tareas específicas procesando grandes cantidades de datos y reconociendo patrones en los datos.
¿Cómo funciona la IA?
Esta es una pregunta que muchos se hacen, especialmente quienes se ven beneficiados por los productos y servicios que incluyen IA ya que les resulta muy importante entender la base de su funcionamiento. En un esfuerzo por responder de manera sencilla a esta pregunta, podría decirse que la inteligencia artificial funciona combinando grandes cantidades de datos con procesamiento rápido e iterativo y algoritmos inteligentes, permitiendo al software aprender automáticamente de patrones o características en los datos.
En general, los sistemas de IA funcionan ingiriendo grandes cantidades de datos de entrenamiento etiquetados, analizando los datos en busca de correlaciones y patrones, y utilizando estos patrones para hacer predicciones sobre estados futuros. De esta manera, un chatbot que recibe ejemplos de texto puede aprender a generar intercambios realistas con personas, o una herramienta de reconocimiento de imágenes puede aprender a identificar y describir objetos en imágenes revisando millones de ejemplos.
2 retos básicos que afrontamos ante la IA en el trabajo
No podemos negar que esta nueva tecnología, al igual que muchas innovaciones que ha vivido la humanidad, ofrece retos interesantes. Sin embargo, en un esfuerzo por agrupar en categorías que permitan luego detallar los desafíos, pienso en dos grandes retos.
En primer lugar, la adaptación de funciones actuales a una nueva versión. Hay muchas cosas que no podemos simplemente borrar y volver a construir desde cero pues son necesarias para alcanzar determinados objetivos, pero definitivamente exigen una actualización. Es decir, evolucionar lo que hacemos HOY hacia una versión más tecnológica. Este es un primer gran reto: adaptar lo que nos ha funcionado hasta ahora a un nuevo enfoque que optimice los resultados ¿Cómo impacta este gran reto dentro del mercado laboral? Impacta directamente sobre la mayor demanda de perfiles concretos, como por ingenieros de datos, expertos en softwares, etc.
En segundo lugar, la regulación, control e incluso supervisión de esta nueva tecnología. Es decir, no esperar que se generen consecuencias indeseadas para brincar a buscar soluciones regulatorias. Al menos deberíamos anticiparnos a ellas y estar prevenidos. Este segundo reto significa, entonces, vigilar el desarrollo de la nueva tecnología y su impacto en nuestras vidas para asegurar que nos facilitan el día a día, optimizan funciones y nos benefician. Lamentablemente las regulaciones en estos casos suelen aparecer cuando ya ha habido daños que no pudimos prever.
No hay duda de que la IA ya está afectando al mercado laboral de diversas maneras. De hecho, según un informe de McKinsey, aproximadamente la mitad de todas las actividades laborales a nivel mundial podrían automatizarse para 2055 utilizando las tecnologías actuales, y hasta 375 millones de trabajadores podrían necesitar cambiar de ocupación o adquirir nuevas habilidades para 2030. Además, la Universidad de Oxford estimó que el 47% de los empleos estadounidenses corren un alto riesgo de automatización en las próximas dos décadas.
Ahora bien, el hecho de que afecte el mercado laboral no implica necesariamente un impacto negativo, también puede ser una gran oportunidad. En junio de este año, el Parlamento Europeo presentó su posición frente a la IA donde señaló diversas amenazas y oportunidades, entre las cuales se destacan:
Amenazas
Infrautilización y sobreutilización de la IA: tanto desaprovechar sus ventajas para alcanzar objetivos establecidos a nivel global como sobreutilizarla al invertir en programas y aplicaciones inútiles son, en ambos casos, una amenaza.
Riesgos en seguridad y protección: Las aplicaciones de IA que están en contacto físico con personas o integradas en el cuerpo humano pueden presentar riesgos de seguridad si están mal diseñadas, mal utilizadas o pirateadas.
Falta de transparencia: el engaño al que pueden ser sometidas las personas si creen que están interactuando con una persona cuando en realidad es solo la IA.
Eliminación de empleos: muchas posiciones operativas y en los sectores más vulnerables podrán eliminarse en un corto plazo.
Oportunidades
Seguridad: la IA sirve para ayudar a que los ciudadanos mejoren la atención médica, los coches y otros medios de transporte sean más seguros. También se prevé que se utilice más en la prevención del delito y en el sistema de justicia penal, ya que los conjuntos de datos masivos podrían procesarse más rápido.
Educación: facilita el acceso a la información, educación y formación, lo que se puso especialmente de manifiesto con la necesidad del aprendizaje a distancia durante la pandemia de Covid-19.
Industrias: la IA permite el desarrollo de una nueva generación de productos y servicios, incluso más personalizados, baratos y duraderos y servicios.
Pero, concretamente en el ámbito laboral, y apartándonos de lo dicho por el Parlamento Europeo, ¿por qué se da esta amenaza y cómo?
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La amenaza se plantea en términos de pérdida de puestos de trabajo por supuesto. Los sectores que emplean a millones de trabajadores poco calificados para la realización de tareas rutinarias y repetitivas que las máquinas pueden realizar fácilmente, indudablemente son los primeros amenazados. Por ejemplo, robots que puedan ensamblar productos con mayor rapidez y precisión que los humanos, los automóviles autónomos que puedan transportar pasajeros y mercancías sin conductor, y los chatbots que puedan atender consultas de servicio al cliente sin intervención humana.
Además, la IA no sólo amenaza los empleos poco calificados sino también algunos altamente calificados. Por ejemplo, la IA puede realizar tareas complejas como diagnosticar enfermedades, redactar contratos legales y diseñar edificios. Estas tareas requieren experiencia y creatividad humanas, pero la IA puede aprender de grandes cantidades de datos y generar soluciones superiores o comparables a las humanas. Por lo tanto, algunos profesionales como médicos, abogados y arquitectos también pueden enfrentarse a la competencia de la IA en el futuro.
Pero no todo son amenazas, como hemos dicho, también hay motivos para ser optimistas sobre el impacto de la IA en el empleo. En primer lugar, la IA puede crear nuevos empleos que antes no existían o que no eran factibles sin la IA. Por ejemplo, la IA puede habilitar nuevas industrias como los vehículos autónomos, los hogares inteligentes y la realidad virtual.
Estas industrias requerirán nuevas competencias y roles, como ingenieros de software, analistas de datos y creadores de contenido. Además, la IA puede crear nuevas oportunidades para el emprendimiento y la innovación, ya que las personas pueden aprovechar las herramientas y plataformas de IA para iniciar sus propios negocios o resolver problemas sociales.
Por otra parte, la IA puede mejorar los empleos existentes al aumentar las capacidades humanas y la productividad. En lugar de reemplazar a los humanos, la IA puede ayudarlos a realizar sus tareas mejor y más rápido. Por ejemplo, la IA puede ayudar a los médicos a diagnosticar a los pacientes de forma más precisa y eficiente, a los abogados a investigar casos de forma más exhaustiva y eficaz, y a los arquitectos a diseñar edificios de forma más creativa y sostenible. Al colaborar con la IA, los humanos pueden centrarse en aspectos más significativos y gratificantes de su trabajo, como la toma de decisiones, la resolución de problemas y la comunicación.
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